Miedos de los hombres, que no les gusta admitir
Los seres humanos nacemos sin miedos, y éstos van siendo inculcados a medida que vamos creciendo.
Tener miedo es natural, y es tomado por psicólogos y antropólogos como una forma de mecanismo de defensa que nos permite sobrevivir a cualquier peligro externo. Los seres humanos respondemos a estímulos repetitivos, esto quiere decir que cuando nos enfrentamos a alguna situación y salimos bien librados, nos invade una buena sensación de confianza y seguridad, sin embargo, cuando ese no ha sido el resultado en el pasado, se puede estar incubando un miedo que luego saldrá a la luz.
Es importante resaltar que según algunas investigaciones hechas, los seres humanos nacemos sin miedos, y estos van siendo inculcados a medida que vamos creciendo. Hay otro tipo de sensación que se puede confundir con el miedo y es la repulsión, esta última es una sensación que se tiene de manera innata y es lo que los seres humanos sentimos desde nuestra genética hacia algunos animales que en medio de la evolución le hicieron daño a nuestros antepasados. Es el caso de las arañas, los ratones, las serpientes, entre otros.
Queremos aclarar que pueden existir muchísimos miedos más en específico para el género masculino, pero entre éstos podemos meterlos a casi todos.
MIEDO A LA SOLEDAD
Los seres humanos somos sociales por naturaleza, sin embargo, los hombres tienen una frecuente necesidad de ser admirados y reconocidos por sus pares bien sean masculinos o femeninos. Es por esto que el hombre tiende a estar en compañía de alguien más, para simplemente no sentirse solo, puede que sea una persona con la que no le guste estar en realidad, pero si esta persona le ayuda a aligerar su miedo a la soledad, estará con ella hasta encontrar alguien que le de más que compañía. Esta incapacidad para estar solo hace que los hombres tengan recursos muy efectivos como el asociarse para lograr sus sueños. ¿Nunca te has preguntado por qué los hombres son unos con sus amigos y otros cuando están solos? Es por un hecho indudable, la compañía le da confianza al hombre para explorar sus habilidades y el hecho de estar solo le hace perder parte de esa seguridad masculina que tiene.
MIEDO A NO TENER ÉXITO
Y resulta ser un miedo bastante racional, los parámetros de éxito en nuestros días a veces parecen sacados de una película, y en este sentido hay tres cosas que representan el éxito para un hombre: Dinero, poder y sexo. Lograr las 3 no es sencillo pero en muchas maneras la definición que el hombre promedio tiene de su éxito sería algo en lo cual encajarían perfectamente estos tres conceptos. Es por esta razón que los hombres se meten más fácilmente en problemas con la ley, la avaricia y la sed de poder los hace buscar inclusive formas ilícitas de ganarse el dinero. El fracaso no es una opción para muchos hombres.
MIEDO AL COMPROMISO
Y sé que los has visto. Es joven, soltero, con una hermosa novia que pareciera salida de un cuento de hadas, profesional, con una vida económica asegurada, inteligente y... ¡¡no quiere casarse!! ¿Por qué?
Evolutivamente el hombre siempre fue el cazador de la familia, era quien debía salir a buscar el sustento de su mujer e hijos en las afueras de la aldea, este hecho le ha dado al hombre una sensación evolutiva de libertad, de despliegue, de tener la capacidad de salir y hacer lo que quiera sin tener que estar bajo la mirada atenta de nadie en la aldea o en su casa. Perder esto a los hombres los aterra, les da miedo, pavor, y es por esta razón que buscan a como dé lugar zafarse de las obligaciones propias de una familia legalmente constituida.
MIEDO AL MAL DESEMPEÑO SEXUAL
Es un hecho, la sexualidad es una parte muy importante de la vida de una persona, sin embargo, para los hombres lo es aún más; la sexualidad lleva consigo un sentido de poder, potencia, fuerza y masculinidad en el caso de los hombres y el hecho de perder todo eso aterra a cualquier hombre que sea regularmente normal, es por esta razón que los asusta tanto las cuestiones del tamaño, desempeño y atracción sexual. ¿Por qué? por el EGO, el orgullo masculino que a veces raya con el machismo ridículo y sobrevaluado. Que un hombre sepa que es malo en sus relaciones sexuales hará de él alguien completamente inseguro y bajará su autoestima de manera drástica. Por esta razón se recomienda abordar estos temas con sumo cuidado, debido a que las repercusiones en la vida del varón pueden ser grandes.
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