Un año de sangre en la prensa roja mexicana
El asesinato a balazos del actor Renato López ha sido el último de otros crímenes que han sacudido las revistas del corazón este 2016
México.
El papel cuché mexicano solía oler a Chanel y no a pólvora. Del glamour o amoríos de unos pocos se alimentaba una sociedad con cierto hartazgo a una realidad mucho más cruda. La prensa del corazón nacional no se hacía pensando en que fuera a ser manchada por la sangre de los muertos. Pero en este 2016 algunos de los que desfilaban por los photocalls han sido acribillados a balazos. Desde el maquiavélico plan para acabar a navajazos con el cineasta León Serment al ensañamiento contra el actor mexicano Renato López. Estos han sido los crímenes que han roto la rutina de la buena vida y el bótox.
TRECE BALAZOS PARA MATAR A RENATO
En plena promoción de su última película, Macho, Renato López no acudió a una entrevista radiofónica. Al día siguiente apareció cosido a balazos dentro de un coche junto a su representante, Omar Girón. Los dos tenían los cinturones de seguridad puestos.
El cuerpo de López, de 33 años, enfrentó hasta 13 impactos de bala, según confirmaron fuentes de la Fiscalía a este diario. Había una cosa clara: a Renato lo querían matar. Se trató de una venganza personal. Después de meses de especulaciones por uno de los crímenes que más ha conmocionado al mundo artístico nacional este año, todo apunta a que se trató de un crimen pasional. Así lo anunciaron las autoridades la semana pasada: un hombre mandó matar al actor por una relación que éste sostuvo con una mujer.
La versión oficial es que le tendieron una emboscada, preparada con antelación. Comenzó cuando Mario Alberto N. ofreció al actor un empleo como la imagen de una empresa inmobiliaria. López y Girón acordaron encontrarse con otro hombre en el municipio de Atizapán de Zaragoza, en el Estado de México (entidad que rodea la capital del país). De allí alguien los guiaría hasta el supuesto lugar de la entrevista. Varias cámaras captaron que el automóvil del actor seguía a una camioneta negra durante varios minutos. El coche se detuvo en el municipio de Jilotzingo —a 60 kilómetros de la Ciudad de México— y allí un par de sicarios, contratados por Mario Alberto N., asesinaron sin piedad al actor y a su acompañante.
Las autoridades han detenido a dos sospechosos, quienes dieron las pistas sobre las causas de la venganza. Los investigadores han descartado que el homicidio fuera ejecutado por algún grupo del crimen organizado o un cártel de la droga. Los detenidos enfrentan cargos por homicidio calificado, penado con 40 a 70 años de cárcel.
EL ENIGMA DE SERMENT
El pasado 27 de agosto todo el mundo creyó que al director de cine León Serment lo habían matado al oponerse en un asalto en plena calle. Pero había datos que no cuadraban. Doce puñaladas mortales eran muchas para un atracador. Su hijo, Benjamín, presente en ese momento y “sometido” por los asaltantes, no pidió ayuda cuando los soltaron, según las investigaciones de la Fiscalía. Se fue a su casa, dejó al perro y regresó con su padre. La Fiscalía apunta a que el hijo “no prestó el debido auxilio” para salvarlo. Minutos más tarde, Benjamín llamó a su madre. Le dijo que había ocurrido una “tragedia”, que su padre había muerto.
Tres semanas después apareció el cuerpo de una mujer colgando de una cuerda, atada a la ventana de un segundo piso. Todo apuntaba a que Adriana Rosique había sido superada por la tragedia de su esposo y se había suicidado. Los investigadores no imaginaron, en un principio, que la puerta de la casa la había dejado abierta Benjamín, que había entrado a matarla la misma pareja que se encargó del asesinato de León Serment.
Los motivos que podría tener el hijo para mandar matar a sus padres siguen siendo un misterio. La hipótesis sobre el seguro de vida que cobraría tras la muerte de ambos no está confirmada. El presunto parricida alegó en una entrevista con el periodista mexicano Joaquín López Dóriga: “Yo no mandé matar a mis padres. Los extraño”.
MUERTE EN LA VOZ MÉXICO
Dos participantes del popular talent show han sido asesinados este año. En junio, Alejandro Jano Fuentes fue acribillado a balazos en Chicago. Según indicaron las autoridades, el cantante venía de celebrar su cumpleaños junto a unos amigos cuando un desconocido le ordenó que se bajara del auto en el que viajaban. Algunos testigos citados por medios locales afirmaron que el atacante le disparó tres veces en la cabeza cuando el cantante, después de haberse resistido, decidió salir del auto “para proteger a sus amigos” al ver que el hombre estaba armado.
A principios de diciembre el cadáver de otro participante del mismo programa apareció en un Estado del sur de México. Anastasio Cristóbal había sido secuestrado el pasado 30 de noviembre y su cuerpo fue hallado cuatro días después junto con otros dos cuerpos. El exconcursante, que formó parte del programa de Televisa hace cinco años, estudió Derecho y para costear sus estudios se dedicaba a cantar. Según reportes de la prensa planeaba casarse este mes de diciembre y actualmente trabajaba en el Gobierno. En sus ratos libres tocaba la guitarra y componía canciones.
Guerrero, donde vivía Enrique Anastacio, es la entidad con más asesinatos en lo que va de 2016, seguido del central Estado de México, según estadísticas del Sistema Nacional de Seguridad Pública. En el sureño Estado se han registrado 1.832 homicidios dolosos. Guerrero es, además, el escenario de la desaparición de los 43 estudiantes en Iguala.
UN ACTOR APUÑALADO EN LA CAPITAL
El actor de telenovelas de Tv Azteca, Adán Aguilar, de 24 años, fue asesinado en la colonia Doctores, un barrio cerca del centro de la capital del país en mayo de este año. Una persona intentó asaltarlo y en el incidente, el ladrón apulañó y golpeó hasta la muerte a Aguilar.
Nació en Sinaloa y emigró a Ciudad de México para buscarse la vida como actor. Estudió en la Escuela Nacional de Arte Teatral y en el Centro de Formación de Actores para la Televisión. Partició en producciones de Microteatro y en la obra Chamaco, junto a la actriz Irán Castillo.
TRAGEDIA EN MISS MUNDO
El director de Miss Mundo México, Hugo Rubén Castellanos, fue asesinado poco después de la elección de la nueva reina de la belleza en Sinaloa. Fue secuestrado y unas horas después apareció muerto a bordo de la camioneta en la que viajaba.
Esa misma noche había coronado a Melissa Lizárraga como Miss Sinaloa. Después de la ceremonia el empresario y otras tres personas fueron de fiesta. Según las autoridades, cuando el grupo salió del bar, una camioneta les cerró el paso, y de ella bajaron dos hombres encapuchados.
Los sospechosos se llevaron al director de Miss Mundo y a otro organizador de la gala, que era estadounidense. Al día siguiente el empresario apareció asesinado a bordo de la camioneta donde fue secuestrado. Horas después su compañero extranjero apareció con vida.
El caso encendió las alertas en Sinaloa, en el noroeste de México, que desde hace varios meses vive una oleada de violencia por la guerra abierta entre los cárteles más poderosos, después del vacío de poder con la caída de El Chapo.
Castellanos también era modelo de pasarelas, antes de fundar una empresa dedicada al negocio. Entre otras modelos, él fue el que preparó a Ximena Navarrete, elegida como Miss Universo en 2010.
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