Arbitraria detención

Dentro de las instalaciones esculcaron la camioneta, sustrayendo el dinero y la cadena.

Elementos de la Policía Estatal Fuerza Tamaulipas son acusados de detener y golpear sin fundamento a un conductor, además de robarle 1,100 pesos y una cadena de plata que traía consigo, la noche de este jueves en la zona centro de la ciudad.

Maribel América Sandoval, esposa del afectado, informó que fue alrededor de las 21:50 horas que en la calle Guatemala y Necaxa su marido de nombre Martín Ferral Cuevas fue detenido por la patrulla de Fuerza Tamaulipas con número económico 511 y seguido a ello le señalaron que su camioneta Chevrolet 2006 tenía reporte de robo.

Precisó la entrevistada que ella iba adelante en su carro y al ver que su esposo no llegaba al domicilio de ambos, le habló por teléfono y éste le informó que los Policías Estatales lo tenían detenido.

“En ese momento yo me regresé para ver qué sucedía, porque mi marido me dijo que los Policías le decían que la camioneta tenía reporte de robo”.

Manifestó que en ese instante uno de los agentes subió a la camioneta y a su esposo lo esposaron y subieron -no antes sin propinarle unos golpes- a la patrulla y se retiraron a una velocidad superior a los 140 kilómetros por hora por las calles de la zona centro hasta llegar a la delegación de Policía.

Una vez que llegaron a las instalaciones policiacas, cerraron el portón sin permitir el acceso a la quejosa, y no fue hasta poco después de las 12 de la noche que dejaron en libertad a su esposo.

“Yo quería que me dejaran revisar la camioneta adentro de las instalaciones, pero no dejaron, me la sacaron y me dijeron que yo la revisara afuera. Fue cuando me di cuenta que hacían falta los 1,100 pesos que estaban dentro de un cuaderno y una cadena de plata”, expuso.

Cuando reclamaba el proceder de los elementos en cuanto a la detención sin sustento, la quejosa aseguró que la encañonaron sin importar que la acompañaran 5 niños, uno de ellos con autismo: “el niño no podía llorar de lo asustado, sólo me hacía señas”.

Fue atendida posteriormente por el Comandante de Guardia que se identificó como Luis Reyes Martínez Díaz, quien no le dio explicación de la situación y sólo le pedía que se retirara de la puerta, pues la detendría por alterar el orden público. (Madero, Tam.)