Indiferencia es más letal para desprotegidos

A María, le gustaría tener noticias de sus hijos.

Si en algo coinciden las personas en situación de calle mejor conocidos como “indigentes”, es que la indiferencia de las personas los vuelve aún más desprotegidos.

Sus historias tienen diversos factores comunes: el abandono que han sufrido de sus familias, la desatención de las autoridades y el trato inhumano que les brindan sus semejantes.

Aseguran, que además de padecer hambre, frío o calor extremo, deben soportar la mirada de desprecio de quienes en ocasiones, teniéndolo todo, no pueden desprenderse al menos de un poco de alimento, para ayudarlos.

La tarde del martes, un total de 18 personas en situación de calle arribaron a la Casa del Indigente a fin de resguardarse del inclemente frío.

Aquí, se les brindó alimento, aseo, ropa limpia y un lugar seguro para pasar la noche.

SOLA

María Lilia Hernández no conoce el calor de un hogar, el amor de sus hijos o el respaldo de una familia.

Mary, siempre ha vivido en la calle, es indigente.

Cuenta que tuvo cinco hijos y el mayor, decidió abandonarla a los 12 años, pues ella no podía alimentarlos.

De sus hijos, no ha tenido noticias, por lo que ha pasado su vida, viviendo en las calles de Reynosa.

Asegura que sus hijos nacieron en los Estados Unidos ya que constantemente cruzaba como migrante.

“Ellos se fueron porque no había dinero, no me procuran. Hace bastantes años que no los veo, no sé el paradero de ellos. Yo busqué porvenir, vivo en la calle”.