Lideresa deja morir solos a los desalojados

Invasor recupera una silla entre los escombros de lo que era su vivienda.

Fue la primera en retirarse del terreno invadido tan pronto llegaron las autoridades.

Esto aseguró a LA TARDE Javier Santiago Herrera, uno de los desalojados el pasado viernes del predio que un centenar de familias invadió en la parte trasera del sector cuatro de la colonia Hacienda Las Fuentes, con la esperanza de tener una propiedad donde vivir.

El hombre confesó que ante la necesidad de un lote para habitarlo aceptó la invitación de la lideresa “Claudia” para posesionarse ilegalmente del predio.

La mujer aseguraba a los “invasores” sostener negociaciones con un empresa constructora, propietaria del predio, para realizar la compra-venta.

Javier Santiago Herrera apuntó que las autoridades dijeron llevar una orden de aprehensión “contra una tal Claudia” por promover la invasión, pero no mostraron dicho  documento.

Otros desalojados recordaron que en octubre del año pasado una comisión acudió ante la Presidencia Municipal para tratar de legalizar la posesión del terreno, sin embargo las autoridades municipales les dijeron que eso no era posible sin la anuencia del propietario, y los canalizaron ante el Instituto Tamaulipeco de Vivienda y Urbanismo (ITAVU) para tramitar la adquisición de un lote.

Funcionarios de este organismo les pidieron seis mil pesos de enganche para asignarles un lote de nueve por 15 metros, valuado en 75 mil pesos, en la colonia Nuevo México, así como un pago semanal de 780 pesos, revelaron.

“¿De donde sacamos para el enganche y los pagos semanales si en la maquiladora apenas ganamos 700 pesos por semana?”, cuestionó una jefa de familia.

Ante ese panorama apoyaron la invasión el terreno, en lotes de 20 por 20 metros, con la intensión de comprarlos, pero en pagos más accesibles, añadió.

El terreno invadido fue trazado en cuatro calles, colindando la calle principal con la parte posterior de la colonia Hacienda Las Fuentes, sector 4.

Algunos “cooperaron” dinero por el derecho de poseer un lote. La lideresa les prometió que en cinco años de posesión pacífica la colonia se regularizaría en automático y cada quien adquiriría legalmente su lote.

“Perdimos todo, pero volveremos a empezar, somos renteros  y lucharemos por un terreno propio donde vivir”, afirmó Margarita Jiménez, para que el hijo que espera tenga una vivienda de donde nadie lo desaloje.