¿Demasiado bueno para ser verdad?

Hay otros indicadores que te pueden ayudar a identificar una imitación de iPhone.

Te encuentras tomando algo en un local, cuando de repente se te acerca un desconocido, te muestra un iPhone 6 y te lo ofrece por un precio increíble. Se ve claramente apurado y te dice varias veces que necesita venderlo en ese preciso instante. Eso te hace desconfiar y llegas a la conclusión de que el teléfono es falso. El problema es que las falsificaciones de iPhones no siempre son tan evidentes. De hecho, pueden llegar a anunciarse en tiendas online que aparentemente son de fiar. Independientemente de dónde se encuentre,lo cierto es que existen, y también, que las personas que los compran están siendo estafadas.

LA MAGNITUD DEL PROBLEMA

Resulta difícil precisar cuántos iPhones falsos circulan y se venden hoy en el mundo. Desafortunadamente, Apple no quiere hablar sobre este asunto, a pesar de las reiteradas solicitudes de información. Algunos grupos especializados en la vigilancia y control de falsificaciones aseguran que el problema es importante, pero que no disponen de números.

No obstante, las pruebas apuntan en esa dirección, como lo demuestra la reciente incautación de más de 40.000 falsificaciones de iPhones en China. La venta de estos teléfonos falsos es bastante frecuente fuera de los lugares donde se fabrican. Entre algunos casos se destacan un padre y su hijo que fueron capturados infraganti en Orange County, Californa, un joven en Utah, y dos tiendas en un centro comercial de Maryland.

Los iPhones falsificados no son más que parte de un problema mucho más extendido de falsificación de todo tipo de dispositivos electrónicos.

“En Estados Unidos, los dispositivos electrónicos fueron los segundos bienes de consumo más incautados entre 2013 y 2014, con un precio de venta en el mercado de entre 145,86 y 162,20 millones de dólares respectivamente”, revela Mathew Bourke, portavoz del Centro de Coordinación de Derechos de Propiedad Intelectual en el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos. También recuerda que esos números se refieren únicamente a las incautaciones, y no al volumen global de productos falsificados que circulan por el mundo, por lo que se estima que la magnitud del problema es mucho mayor.

La electrónica de consumo representa el 13% de todos los productos incautados por el gobierno norteamericano, de acuerdo a Matthew Harakal, del Centro Global para la Propiedad Intelectual de la Cámara de Comercio de Estados Unidos. De nuevo, igual que Bourke, admite que solo puede hacer un cálculo de lo que se incauta. Se asume que cada día entran al país muchos más teléfonos falsos.

Pero más allá de tomar conciencia de la magnitud del problema, ¿qué hay que hacer cuando alguien se acerca furtivamente a venderte un iPhone o cuando crees que estás mirando un iPhone original en una tienda? Lo primero que debes saber es que existen dos tipos de teléfonos falsos.

TELÉFONOS FRANKESTEIN

Los que resultan más difíciles de detectar son aquellos que están hechos con componentes de Apple y que funcionan con iOS, pero que en realidad son ensamblados con piezas de contrabando o recicladas, muchas veces en China. Allí, unas empresas sin escrúpulos sacan la placa base de un teléfono, la ponen en otro usado y colocan una carcasa sin usar para que parezca un iPhone nuevo.

A primera vista, estas imitaciones pueden parecerse mucho al original, aunque hay algunos indicios que lo delatan.

En primer lugar, al probar el teléfono puede que notes que el sistema operativo va lento. Esto es porque la placa base corresponde a un modelo más viejo.

Existe una manera de asegurarse: si miras en la parte de atrás de un iPhone 6, verás que hay un número de serie electrónico–conocido como IMEI, las siglas en inglés del Sistema Internacional para la Identidad de Equipos Móviles– grabado en letra muy pequeña, justo bajo el logo de iPhone. Es el número de serie que identifica al teléfono, y es único para cada dispositivo. También puedes acceder a él si vas a Ajustes > General> Información. Si ambos números no coinciden, no hay duda, te han estafado.

(Aclaración: este número también debe aparecer en la parte inferior de la caja dentro de la cual viene el teléfono. Si no coincide con el que está grabado al dorso o con el de los ajustes del teléfono, existe la posibilidad de que se haya traspapelado en el almacén y que no sea una falsificación. Si ocurre eso, asegúrate de que te den un teléfono cuyo número coincida con el de la caja).

ANDROID DISFRAZADO

Otra manera de falsificar un teléfono es disfrazando un Android y haciéndolo pasar por un iPhone de Apple. Generalmente, este tipo de imitaciones son más fáciles de detectar, aunque algunas de ellas sean realmente convincentes. Las carcasas pueden parecerse mucho a las del original, igual que las pantallas. ¿Qué es lo que hay que hacer para estar seguro del todo?

En primer lugar, intenta invocar a Siri presionando el botón de inicio. Si no responde, o es defectuoso, o bien es una imitación. Después, echa un vistazo a los iconos de la pantalla principal. Si por ejemplo ves una app de Google Play, entonces no es un iPhone. También puedes pulsar en el App Store, si no entra en App Store de Apple, no es un iPhone.

Si todavía tienes dudas, comprueba el número de serie que aparece en Ajustes y pulsa encima hasta que parezca la palabra Copiar y púlsala. Después dirígete al navegador y ve al formulario para comprobar el estado de la garantía. Pulsa el cuadro de texto hasta que aparezca Pegar, y pégalo. De esta forma podrás ver el modelo de iPhone, así como el estado y cobertura de la garantía. Si no es un iPhone original, te devolverá un mensaje de error. Por último, si el número no coincide con el que aparece al dorso del teléfono que tienes entre las manos, es casi seguro que está fabricado con componentes reciclados.

Hay otros indicadores que te pueden ayudar a identificar una imitación de iPhone: es probable que sea un poco o bastante más pesado que el original (aunque esto es difícil de constatar sin uno original); seguramente la resolución de pantalla sea más baja (ídem); y puede que haya algunos errores de fabricación. Esto último puede ir desde un espacio para tarjeta SIM más grande (los nuevos iPhones funcionan con una nano SIM), hasta una carcasa de peor calidad, pasando por unos tornillos distintos en la parte inferior del ensamblaje (los originales son con cabeza de cinco puntas).

En definitiva: el hecho de que te encuentres en una tienda de teléfonos móviles aparentemente legal, no garantiza que vayas a adquirir un iPhone original. Si quieres evitar eso a toda costa, dirígete a una tienda oficial Apple, a una franquicia o a un distribuidor autorizado.

Y como es obvio, debes atenerte a la primera regla para evitar una estafa: si el trato es demasiado bueno, no puede ser verdad. Un iPhone real no se encuentra por 100 ó 200 dólares, a menos que sea muy viejo.

No obstante, si lo que realmente quieres tener es un Android que se parezca a un iPhone, nadie te lo impide. Adelante.