Esperan la ayuda benévola

Las tres familias de Rancho Grande se quedaron sin un techo donde dormir por lo que piden ayuda.

Tres familias vieron impotentes como las llamas consumían el patrimonio de muchos años de trabajo la noche de este miércoles, el siniestro presuntamente inició por un corto circuito y pese a la rápida movilización por parte de los bomberos nada pudieron hacer debido a los fuertes vientos y el material inflamable con el que estaban construidas. 

Los afectados de este siniestro son vendedores ambulantes que viven al día y quienes al ser entrevistados solicitaron el apoyo de la población en general, de las asociación de ayuda y a las autoridades municipales.

Jessica Herrera Tunillo, de 32 años, su hermana Martha Alicia, de 25 y sus hijas Amairani de cuatro y Loreto de un mes de nacidas eran las moradoras del domicilio donde inició el siniestro y quienes por fortuna no resultaron lesionadas, pese a los esfuerzos por recuperar algunas de sus pertenecías.

En otro de los domicilios afectados vivían el elotero Pascual Rama Santiago, de 60 años, su esposa Andrea Quirino Andrade, de 62, su hija Sandra Ramos Quirino, de 27 y sus nietos de Ángel David Flores Ramos12, Brisa Estefanía Ramos Quirino de10 y Esmeralda de 8 años. Mientras que la tercera casa era habitada por Simón Sánchez Ramírez, de 59 años y su hijo Simón Sánchez García, de 22, quienes también perdieron todo lo que tenían en cuestión de minutos. Pese a que en la ciudad existen poco más de veinte asociaciones y grupos de ayuda, como Club Rotario, 

De Leones, Fundación Salvemos Vidas, Fundación Internacional de Recate y Ayuda Humanitaria, entre otras, así mismo existen algunas comunidades religiosas que realizan algunos apoyos en la región y hasta el momento no han recibido la ayuda. 

Herrera Tunillo, Rama Santiago y Sánchez Ramírez señalaron que acudirán al primer cuadro de la ciudad a pedir ayuda para poder reconstruir sus hogares, además de que invitaron a todo aquel que quiera apoyarlos este domingo después del medio día.