Muere degollado en auto
Desgarradoras escenas se vieron cuando arribaron a la escena del crimen su madre y su hermana, quienes fueron retiradas por autoridades y familiares para no contaminar
Las investigaciones en torno al crimen del pintor y futbolista amateur Ernesto Escobedo Ramírez, de 22 años se centraron en los campos de fútbol rápido que se ubican contiguo al parque de softbol “Pavón Mortera”, donde fue visto por última vez la noche del lunes.
Ahí participó en un juego, luego se dirigió a su casa de donde salió a las 21:00 horas para entrevistarse con su novia, una joven que radica en el sector donde se encontró su cuerpo.
A partir de entonces sus padres y hermanos ya no volvieron a saber nada de él hasta que por vía telefónica les avisaron de que se encontraba muerto dentro del automóvil que su hermano mayor le había prestado la noche anterior.
Lo esperaron por la noche y no llegó, por lo que en la mañana empezaron a llamarle por celular, porque a las 8:00 horas tenían que salir a trabajar, el era pintor.
Su padre insistió y como no les contestaba se empezaron a preocupar más y en eso recibieron la noticia que los desquició.
Fue el padre de Ernesto, un hermano y unos amigos, los que llegaron cuando apenas los investigadores y peritos realizaban las diligencias protocolarias.
Ellos entendieron que no debían contaminar el escenario del crimen y permanecieron alejados del auto.
Pero las escenas conmovedoras que se vivieron, fue cuando hicieron su arribo la madre y una hermana.
Ambas llegaron corriendo y trataron de abrir las portezuelas del auto para ver a Ernesto.
Los peritos e investigadores trataron de retirarlas del lugar cuando estaban a punto de borrar huellas dactilares de las portezuelas, los peritos les hablaron fuerte y sus familiares optaron por retirarlas por la fuerza.
Finalmente decidieron acelerar las diligencias y llevar el auto hasta las instalaciones de la PGJE, para someterlo a revisiones minuciosas en busca de evidencias.
DEGOLLADO
La autopsia reveló que el joven se desangró copiosamente por una única herida cortante en el cuello y tendría entre 8 ó 10 horas de muerto para cuando se registró el hallazgo en calles Paseo de las Palmas y Paseo de los Tabachines en el Fraccionamiento Bermúdez a unas cuadras de su domicilio situado en la colonia Lázaro Cárdenas.
Evidentemente el joven fue asesinado a pocas horas de salir de su domicilio y cerca de los campos de fútbol donde había estado horas antes.
Por tal motivo los investigadores buscan datos en los alrededores.
PREGUNTAS SIN RESPUESTA
Los padres y hermanos de Ernesto preguntaban:
¿Por qué, lo mataron?
¿Quién lo mató?
¿Qué les hizo para que le hicieran esto?
Aseguraban, que él no le hacía daño a nadie, que era un muchacho trabajador y en sus ratos libres, dedicado al deporte, que no merecía que su vida acabara de esa manera.
Las preguntas por el momento no tenían respuestas, pero parecían confiar en las autoridades que iniciaron las investigaciones.
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