Se viste para hacer sufrir
Debajo de un pulcro traje de pachuco y una actitud galante y encantadora se esconde un abominable tratante de blancas.
Ciudad de México
Debajo de un pulcro traje de pachuco y una actitud galante y encantadora se esconde un abominable tratante de blancas.
Y ése es el rol que Mauricio Islas debe representar en la obra Aventurera, y para el que requiere una hora de caracterización.
“Es un personaje muy divertido. Yo había estado en el personaje de Mario Cervera, pero ahora, con Lucio, veo la historia con otros ojos. Mario estaba enamorado de Elena Tejero (la protagonista, interpretada por Susana González).
“Y Lucio también lo está, pero desde su forma de ser: para él, todo es posesión. El personaje es Lucio ‘El Guapo’, y él se siente precisamente así; creo que se siente más guapo de lo que es”, reflexiona Mauricio.
Entrar en su personaje requiere no sólo de una vestimenta adecuada y un buen maquillaje, sino de adoptar conductas altivas y manerismos presuntuosos.
“Él tiene una postura en la que demuestra que se cree más de lo que realmente es; hay que ir buscando esos ademanes.
“Los pachucos son encantadores, porque si no, no podrían conquistar a estar vírgenes para transformarlas en cabareteras, en grandes vedettes”, explicó el actor.
Cuatro trajes sastre, zapatos de charol, tirantes, sombrero y flores en las solapas conforman el vestuario que el histrión usa de jueves a sábado en el Auditorio BlackBerry.
Pero la concentración es lo primordial, y Mauricio debe llegar con su personaje a flor de piel para conseguir que el público reaccione ante sus villanías.
La puesta está montada en un foro sumamente similar a un burdel: hay mesas en toda la explanada, hay venta de alcohol, la música es en vivo y los personajes deambulan entre la gente.
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