Saca el mayor provecho a tu entrevista de trabajo
Te damos 4 consejos para aprovechar al máximo los primeros 30 segundos de tu entrevista de trabajo
Ese primer medio minuto puede definir tu futuro en la compañía. Úsalo bien.
¿Balbuceando? ¿Tropezando? ¿Revisando los últimos errores?
No, no es una primera cita romántica. Bienvenido a la primera ronda de una entrevista de trabajo.
Aunque es tentador pensar que tu encanto natural es suficiente para crear una primera impresión que deje sin palabras a tu entrevistador, hay algunos errores que mucha gente comete apenas al comenzar la entrevista.
Buscando consejos y trucos, consultamos el sitio online de preguntas y respuestas Quora, y formulamos la siguiente pregunta: “¿Qué puedes hacer para causar una primera buena impresión cuando te presentas en una entrevista de trabajo?”.
1. SÉ BREVE Y AGRADABLE
Una vez que entras en la sala, tan solo dispones de 30 segundos para generar una primera impresión positiva, escribió el reclutador Adam Seabrook.
Pero puedes impresionar al entrevistador incluso antes de cruzar la puerta.
“Sé extremadamente amable con todo el mundo”.
“Una vez tuve un cliente que solía salir y preguntar al recepcionista sobre cómo habían actuado los candidatos antes de la entrevista”, dijo Seabrook.
“Si regresaba con los pulgares hacia abajo, entonces rechazaban al candidato”.
De acuerdo con Seabrook, si eres grosero o desdeñoso con el recepcionista, puedes esperar que esa persona te trate después de la misma forma.
La reclutadora Mira Zaslove aconsejó mantener la presentación positiva y sencilla: “No divagues durante demasiado tiempo”.
Debes adaptar la presentación a tu audiencia; destaca aspectos de tu carrera, tus intereses, logros, educación y aficiones que se ajusten a la empresa y al entrevistador.
“Concéntrate en lo que es directamente relevante para el trabajo para el que estás siendo entrevistado y para la persona que te entrevista”.
“Recuerda que una entrevista no se basa tanto en lo inteligente o en lo buena persona que seas, sino en si encajas (o no) para el desarrollo de un trabajo especifico”.
Zaslove advirtió que la mayor parte de los entrevistadores no suelen prestar atención durante mucho tiempo, por lo que los entrevistados deben usar su tiempo hábilmente.
“No asumas que tu entrevistador leyó tu currículum, pero tampoco te limites a recitarlo al pie de la letra”, advirtió.
2. MANTÉN TU SENTIDO DEL HUMOR
¿Cómo deberías presentarte?
“Como una persona normal”, escribió Chris Lynam. “Los empleadores quieren personas que sean profesionales, pero no robots”.
Lynam dio un ejemplo: “Una vez una chica llamada Fátima vino a una entrevista. Queriendo ser correcto, le pregunté cómo pronunciaba su nombre (en inglés puede haber dos formas diferentes) y su respuesta fue: ‘De cualquiera de las dos maneras está bien. También puedes llamarme Fatty (gorda, en inglés, pero también diminutivo para “Fátima”), si lo prefieres’”.
Esto funcionó con Lynam. “Me reí y pensé, ‘¡contratada!’. Y así fue”.
3. TEN ESTADÍSTICAS A MANO
No pasa nada porque no tengas nada especial que decir sobre ti mismo, pero debes ser capaz de demostrar que tienes, al menos, los requisitos mínimos que se piden para el trabajo, dijo Valerie Cooper. “Algunas cosas buenas para tener a mano son cifras que puedas proporcionar sobre logros que conseguiste en puestos anteriores. Por ejemplo, el porcentaje de aumento de ventas”. Cooper escribió que si no sabes cómo contribuyes al balance final de tu empleador actual, debes averiguarlo y seguir la pista de esa información: “Es esencial para tu movilidad laboral”.
4. NO TE PREOCUPES
Pero no siempre es un factor decisivo el que no puedas mostrar ninguna contribución concreta sobre tus experiencias anteriores, sobre todo si aspiras a una pasantía o a un trabajo en prácticas, dijo Kaitlyn Hanrahan.
“Nadie da tareas críticas para el negocio a los pasantes. Esperan que puedan aportar algún valor añadido”, escribió Hanrahan.
“Simplemente, trata de mostrarte como un joven entusiasta e inteligente”.
“En teoría, si logras pasar la entrevista, estás cualificado para el trabajo. Es solo una cuestión de personalidad, de que encajes en la cultura (empresarial) y de que seas el mejor candidato en ese momento”.
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