Sufren para corección de nombres

Si algo tienen en común tres mujeres reynosenses, es que han enfrentado juicios, a fin de cambiar sus nombres,

Ma Eugenia, Ma Esperanza, Ma Clara, son tan sólo tres ejemplos de que anteriormente en el Registro Civil, por comodidad o por error, se colocó en su acta de nacimiento el “Ma” en lugar del nombre completo de María.

En dos de los casos, los problemas se generaron a partir de que llegó el momento de jubilarse de sus respectivos empleos y detectaron, que alguna papelería, no correspondía en los nombres, con sus actas de nacimiento.

En el caso de Eugenia, la credencial de elector y la papelería laboral, no corresponde con su acta de nacimiento.

“Nunca había tenido problemas, ni cuando saqué el pasaporte o la visa. Siempre he sido María en la papelería, pero al momento de jubilarme, vieron que mi acta de nacimiento dice -Ma-”.

Fue entonces cuando le recomendaron acudir al Registro Civil a fin de corregir este pequeño detalle.

“Me dijeron que no es error de dedo del registro, que es un error general desde mi boleta de bautizo, mi papelería de la escuela, credencial de elector y hasta mi acta de matrimonio”.

La recomendación que le hicieron, fue entablar un juicio para cambiar su acta de nacimiento.

Caso similar es el de Clara, quien pudo por fin tramitar su jubilación al pasar por un juicio que califica de burocrático y engorroso.

“Me tardé como seis meses porque a mi me tocó ir a Ciudad Victoria, tuve que ir al menos tres veces. Contraté un abogado y aún así fue tardado. Me cambiaron el acta porque es más fácil que cambiar todo lo demás. Ahora ya soy María Clara”, dice sonriendo.

En el caso de Esperanza, el problema se generó cuando ingresó a trabajar en una maquiladora, pues su papelería no coincidía con su credencial de elector y acta de nacimiento.

“En mi caso sólo los papeles de la escuela están equivocados, la verdad es que mis papás nunca se fijaron en ese detalle, nisiquiera yo cuando entré a la universidad. Mi título profesional dice María Esperanza”.

Refiere que en la maquiladora, el problema que tiene es con el banco donde le depositan el sueldo.

“Lo que pasa es que perdí mi tarjeta de nómina. No me querían dar el dinero que tenía porque la credencial de elector no corresponde con los papeles de la empresa, en la credencial son Ma y en el trabajo María”.

Comenta que aunque puede realizar el cambio, prefiere no perder nuevamente la tarjeta bancaria y ahorrarse el molesto tramite del juicio para cambiar su nombre.