Homenaje póstumo a ministerial
Hubo lágrimas y muestras de cariño entre los agentes ante la irreparable pérdida de su compañera de trabajo en accidente
Más que un homenaje póstumo, fue una muestra de cariño y respeto hacia la mujer que valerosamente ofreció su tiempo a la función pública en una de las áreas más difíciles de la Procuraduría de Justicia del Estado.
Hubo quienes abiertamente dejaron salir las lágrimas cuando arribaba la carroza con los restos mortales de Andrea Daniel.
Todos con respeto guardaron silencio y siguieron el curso del programa que se había diseñado para honrar la memoria de los tres elementos que fallecieron en un lamentable accidente.
Solo se instaló el féretro de Andrea, porque sus compañeros, a petición de sus familiares, los habían trasladado ya hacia sus lugares de origen. Uno para Altamira y otro para el estado de San Luis Potosí, hasta donde llegó el último pase de lista, en que fueron mencionados como elementos de la Policía Ministerial del Estado.
Para ésta ocasión, todas las patrullas con sus elementos a bordo, hicieron un paréntesis en sus labores para acompañar el cortejo fúnebre desde la funeraria Gayosso, hasta el CIJ de la colonia Puerta del Sol, donde se llevó a cabo la ceremonia.
Al concluir el acto luctuoso con el apoyo del Coordinador de la PGJE, los comandantes y jefes de grupo de la corporación, partieron del CIJ, hasta las oficinas de la Procuraduría en la colonia Rodríguez.
Pasaron por frente al edificio de donde partiera Andrea, con sus compañeros, el día que sufrieron el accidente.
Durante todo el trayecto, las sirenas y torretas se activaron en señal de duelo, las frecuencias oficiales guardaron silencio, por el luto.
El ulular de las sirenas calló, cuando los restos de la agente ministerial fueron depositados en su última morada.
“Descanse en paz, Andrea”, exclamaron sus familiares, superiores, compañeros y amigos.
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