Impunes bandidos comunes

La ausencia de vigilancia policiaca preventiva en las calles del centro de la ciudad, ha dado lugar para que con toda impunidad delincuentes comunes permanezcan al acecho de posibles víctimas en puntos estratégicos, con la seguridad de que no encontrarán obstáculos en la consumación de sus actividades delictivas.

Tal situación se comprobó una vez más, cuando un ciudadano llegó al cajero automático de Santander Serafín de la colonia Del Prado. Pedro N. arribó al cajero que se ubica en Emilio Portes Gil de la colonia antes citada.

Confiadamente hizo el movimiento que tenía planeado, pero de pronto se vio amagado por el cañón de la pistola que empuñaba un sujeto joven, delgado y de pelo corto.

Le exigió que le entregara su cartera, donde acababa de guardar 3 mil pesos, llevándose con ella tarjetas bancarias de Santander y Coppel, así como visa láser y otros documentos personales.

El sujeto no quiso que lo viera al rostro, pues amenazó a su víctima con darle un “plomazo”, si le veía la cara.

Por el temor, obedeció al sujeto y hasta que se retiró del lugar fue que salió del cubículo del cajero y abordó su camioneta para retirarse del lugar. Impotente el ciudadano asaltado comprobó lo desprotegido que se encuentra el ciudadano común, ante los constantes embates de la delincuencia.

Acudió ayer la Unidad General de Investigación en turno para denunciar el robo, por mero trámite, sólo para conseguir una copia de la denuncia que utilizará para la tramitación de sus documentos personales y el reporte de  sus tarjetas bancarias.

Sería utópico pensar que se le haga justicia, puesto que el delincuente cuenta con todo a su favor.

 1.- No hay flagrancia 2.- No hubo testigos 3.- La víctima difícilmente lo reconocería 4.- Hay más de 700 denuncias antes de la de él. 5.- Solo hay un grupo de 6 agentes investigadores.