Viejo borracho le quema su casa

En el segundo llamado al 066, fueron movilizados los Bomberos, pero ya la casa estaba reducida a cenizas.

En el 066 le restaron importancia al llamado de auxilio de una angustiada madre de familia que estaba siendo agredida por su esposo, quien también amenazaba con incendiar el domicilio conyugal en la colonia López Portillo, sector uno.

Mirna Sosa Bermúdez, pudo llamar al 066 pidiendo auxilio porque su esposo, el petrolero Óscar Ramos García la estaba golpeando en presencia de sus hijos: Sayra Martínez Sosa y Fredy de los mismos apellidos, de 14 años. 

El sujeto que había andado ingiriendo bebidas embriagantes durante toda la noche, llegó poco después del mediodía a su domicilio situado en Gladiolas entre Culiacán y Margaritas de la colonia López Portillo, sector uno. Sin motivo aparente, empezó a discutir con su esposa, para luego agredirla y amenazar con quemarle la casa con ellos en el interior. 

Ante la amenaza, insistieron en el llamado al 066, ella, sus hijos y los vecinos. “Se pudo haber evitado la destrucción de la casa, si en el teléfono de emergencia se hubiera actuado con responsabilidad, pero nos ignoraron, no hicieron caso y la amenaza se cumplió”, dijo Mirna, con su rostro anegado en lágrimas y viendo cómo el fuego consumía su modesta vivienda de madera y lámina galvanizada.

Junto a ella sus dos hijos Sayra y Fredy quienes aseguraron que intervinieron en defensa de su madre, para que su esposo no la siguiera golpeando, pero no pudieron evitar que le prendiera fuego a la vivienda. 

Los bomberos acudieron cuando el fuego envolvía la casa-habitación y amenazaba con propagarse hacia las viviendas vecinas.

No pudieron rescatar nada de lo que había en el interior, pero sí evitaron que dos tanques con gas LP estallaran por el sobrecalentamiento y sofocaron el fuego antes de que los daños fueran mayores. El pirómano Ramos García, pudo escapar sin contratiempo alguno a bordo de una camioneta Jeep Liberty gris-rata. 

Mirna, dijo que denunciaría los hechos, pero consideró difícil que detengan a Ramos García, porque éste tenía planeado irse hacia el estado de Tabasco, donde labora para Pemex.