Santiago Fonseca Ramírez se acomoda su gorra de Superman, se ajusta sus goggles y se lanza a la alberca sin miedo alguno. Como pez en el agua va nadando a toda velocidad y nadie se percata de la malformación que lo acompaña, prácticamente desde que nació. Mielomeningocele e hidrocefalia quieren decir que no tiene movilidad de la cintura para abajo. Pero eso no ha sido impedimento para entrenar duro y convertirse en un paratleta de alto rendimiento que buscará poner en alto el nombre de Reynosa y de Tamaulipas en los próximos Paranacionales Conade 2024 que se celebrarán en Oaxaca.
Su madre, Haleyda Yadira Ramírez, lo observa con mucho orgullo desde la orilla. Ella se ha convertido en mucho más que la columna vertebral y la médula espinal. Su amor ha ido más allá de la medicina y juntos han formado un gran equipo. Han enfrentado un montón de retos: aún recuerdan los años difíciles que estuvieron luchando en el Teletón de Guadalajara. Santiago comenzó a nadar desde los 5 años como parte de su terapia, desde entonces conoció a la entrenadora Luz Soraida Salinas, quien también es cómplice de sus logros.
Pasan los minutos y Santiago continúa nadando en diferentes estilos, ya que buscará medallas para Tamaulipas en cuatro pruebas: 100 metros libres, 400 metros libres, 100 metros dorso y 50 metros mariposa, esto en la categoría Juvenil Menor Clasificación S6.
Cuando por fin se toma un respiro comparte sus emociones de cara a su primera competencia nacional en natación.
"Bien contento, feliz y también nervioso... pero yo voy con la mentalidad de ganar varias medallas", afirmó el superatleta, quien también se declaró como un ferviente aficionado al futbol.
"Pues el futbol no lo practico, no puedo practicarlo (dice entre risas)... pero me gusta mucho verlo y más cuando juega Messi".
A sus 13 años de edad, además de ser un gran deportista, también es un buen estudiante en la Secundaria "José María Morelos". En su historial deportivo ha representado a esta frontera en paraatletismo, donde domina tres pruebas de lanzamientos: disco, jabalina y bala.
Santiago no puede caminar, pero quedarse sentado nunca fue una opción, y por eso afronta con mucha valentía la vida que le tocó.
Es un ejemplo de superación y por supuesto un orgullo reynosense que está listo para competir en el evento deportivo más importante del país.