El campeón del Abierto Mexicano de Tenis se lleva a casa una joya especial.
Creado desde 1993 por TANE, el Guaje de Plata cuenta la historia de Guerrero, la sede del torneo, y refleja el trabajo de las más de 100 horas que invierten los artesanos en cada uno de los detalles.
"Se llega a la conclusión de que una de las mejores maneras de hacerlo (el trofeo) era con este elemento representativo que es el guaje. ¿Por qué?, por su abundancia en Guerreo y su importancia en la cultura popular y general, de cómo el guaje forma parte de la vida de la gente y es la tierra en la que crece, que se cosecha y en la que se seca y se utilizan.
"En segunda parte viene lo plástico, el diseño y decorado. Guerrero es un estado que se distingue por la plástica y gráfica. Independientemente de su técnica, siempre son muy gráficos, hay flores y formas.
Ese contexto del artesano plasmado en los objetos de una manera gráfica de dibujo, de pincel, de la laca, del policromado, es lo que queríamos representar", explicó Huitzi
Marín, gerente de diseño creativo de TANE.
La escultura de 800 gramos y 32 centímetros de altura, contando la base, pasa por las manos de un maestro artesano desde que se funde hasta los últimos detalles con
el cincel, así que en cada edición se entrega una figura única, no por la forma, sino por quien la realiza.
"Está hecho a mano y no hay patrones definidos que digan en donde se tiene que dibujar cada cosa, o una máquina que lo grabe, o ese tipo de cosas que te hacen una producción en serie donde todas las piezas son iguales. Aquí cada uno es diferente, por la naturaleza de los procesos, cada una de las piezas que hemos hecho en estos años es única, por lo que el diseño base no cambia, pero cada pieza si es única.
"Una persona, el mismo que empieza tiene que terminarla, porque como está hecho a mano y a golpes, las manos golpean diferente, dependiendo de su fuerza, del tamaño, de su complexión y de su experiencia", explicó Marín.