Ciudad de México
La madre del presidente de la federación española de fútbol en el punta de mira por besar a una campeona mundial en los labios inició el lunes una huelga de hambre en defensa de su hijo, al mismo tiempo que arreciaron los pedidos para que el dirigente dimita y la Fiscalía abrió una investigación preliminar.
Los líderes de las federaciones territoriales que conforman la Real Federación Española de Fútbol se reunieron el lunes y pidieron la renuncia inmediata de Luis Rubiales. La FIFA, ente rector del fútbol mundial, ya le había suspendido provisionalmente — durante 90 días — tras un desafiante pronunciamiento en el que se negó a dimitir.
El escándalo por el beso — y el rechazo de Rubiales a aceptar que Jenni Hermoso insiste que el mismo no fue consensual — ha empañado la victoria de España por 1-0 ante Inglaterra en la final del Mundial femenino. Las jugadores de la selección dijeron la semana pasada que no volverán a una convocatoria a menos que Rubiales renuncie.
Rubiales también fue criticado por tocarse los genitales como gesto triunfal en el palco presidencial, teniendo al lado a la reina Letizia de España y la princesa Sofía, una adolescente.
Ángeles Béjar, la madre de Rubiales, dijo a la agencia noticiosa estatal EFE que estará en huelga de hambre "de manera indefinida, día y noche" hasta que se ponga fin a "la cacería inhumana y sangrienta que están haciendo con mi hijo".