Al Wakrah
Embolo prometió que no celebraría si anotaba para los europeos contra su país de nacimiento el jueves, y cumplió su palabra. Resultó ser el único tanto del partido que Suiza ganó por 1-0 a Camerún.
"Me habría gustado que estuviese en mi equipo", dijo el seleccionador camerunés Rigobert Song, quien disputó cuatro Copas del Mundo con su país. "Pero no fue así".
El público esperó y observó la reacción de Embolo tras anotar su 12do tanto con Suiza en el minuto 48, tras un pase raso de Xherdan Shaqiri.
Se quedó parado en el área, estiró los brazos y luego levantó las manos en señal de disculpa. Se cubrió la boca con las manos como si se hubiese dado cuenta de la intensidad del momento mientras sus compañeros de selección corrían hacia él cerca del punto de penal.
Entonces señaló a los seguidores suizos que estaban detrás de la portería donde él había marcado, y después a los cameruneses, ubicados en el otro extremo del estadio Al Janoub.
Hasta Song estaba orgulloso del delantero de 25 años, que nació en la capital camerunesa, Yaundé, pero jugó para las categorías inferiores de Suiza antes incluso de recibir el pasaporte de su país de adopción a los 17 años.
"Estoy contento por él y también orgulloso de él. Es mi hermano pequeño. Hablamos a menudo por teléfono", añadió Song, quien fue preguntado por sus palabras al futbolista tras el partido. "Pensaba que había hecho un gran partido y quería decírselo. Al fin y al cabo, seguimos siendo hermanos".