Puebla, Puebla
Dicen que nadie sabe lo que tiene, hasta que lo pierde. La afición del Puebla da fe de ello.
Trece meses sin ver a La Franja era demasiado castigo. La gente que acostumbraba abuchear e insultar a los jugadores, ayer celebró todo. Ni el 0-0 contra Pumas opacó la fiesta en el regreso al Cuauhtémoc. Hubo show de pirotecnia previo al juego. Ya Cold Play y su canción “Viva la vida”, a través de los altavoces, había animado a la gente. Algunos jugadores del Puebla no podían ocultar esa dosis de motivación extra. El central Juan Pablo Segovia parecía Franco Baresi al anticiparse a las jugadas y Javier Salas ganaba todos los balones divididos.
El VAR auxilió al árbitro Óscar Mejía en 3 ocasiones, una de ellas tras la marcación de un penal por la presunta mano de Alan Mozo. Ormeño cogió el balón y no lo soltó. Él, como delantero de La Franja, nació con la pandemia, así que no está acostumbrado a que le griten sus goles en la grada de la Primera División. Para su mala fortuna, el silbante se retractó, tal y como lo hizo minutos después al perdonar una tercera amarilla a los Pumas, a Johan Vázquez. Minutos más tarde, marcó una falta contra el Puebla.
“Esa sí la ‘vistes’...”, gritó un aficionado.
Después, cuando el silbante anuló un gol a la visita, se escuchó un “¡árbitro juuusto!”.
La Franja fue vitoreada pese al 0-0. Es tercera con 27 puntos, 9 arriba de los Pumas que aún sueñan con la Repesca.