Rayán
Neymar se retiró de la cancha, acompañado por Dani Alves, y su llanto era inconsolable.
Otros compañeros trataron de confortarle al llorar sentado cerca del círculo central.
No tenían palabras que motivasen a su máxima figura para alzar la cabeza.
La Copa del Mundo deparó una nueva decepción para Neymar. Otro vez se quedó sin poder llevar a Brasil a un gran título.
Fue su tercer fracaso en un Mundial. Sus únicas consagraciones con la Seleção fueron en la Copa Confederaciones de 2013 y los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016, cuando Brasil finalmente conquistó su primer oro en el fútbol.
Neymar señaló después que este no era el momento para hablar de su futuro con el equipo nacional.
"Honestamente, no tengo idea sobre el futuro. Es muy difícil hablar sobre eso ahora mismo", dijo. "No estoy pensando con claridad. Decir que es el final sería precipitado. Tengo que tomar algo de tiempo para pensar. No cierro las puertas a la selección, pero tampoco garantizo nada.