Rayán
Achraf Hakimi anotó — a lo "Panenka" — le pena máxima que depositó a Marruecos en los cuartos de final del Mundial. Los Leones del Atlas eliminaron a España en la tanda de penales el martes y se convirtieron en el primer país árabe en llegar tan lejos en el máximo torneo de selecciones.
En lugar de emplear toda su potencia en el disparo, el lateral del Paris Saint-Germain, esperó a que el arquero Unai Simón se lanzase a la derecha para empujar ligeramente la pelota al centro de la portería española.
"Si eres lo suficientemente valiente para hacerlo, puedes hacerlo", afirmó el centrocampista marroquí Azzedine Ounahi. "No importa cómo entre el balón".
Tras observar cómo el balón entraba sin oposición, Hakimi realizó un pequeño baile y se sumó a la celebración grupal, engañando a sus compañeros sobre la zona a la que iba a correr para seguir festejando.
Al final le dieron caza y se avalanzaron sobre él.
La técnica empleada por Hakimi lleva el nombre del futbolista checo Antonín Panenka, que la utilizó por primera vez ante un público internacional en la final de la Eurocopa de 1976.
Hakimi, considerado como el futbolista más talentoso de Marruecos, nació en Madrid de padres marroquíes y pasó 10 años en la cantera del Real Madrid. Su madre trabajaba limpiando casas en la capital de España y su padre era vendedor ambulante.