Luis Rubiales, cuya gestión de cinco años al frente del fútbol español ha estado marcada por varios éxitos deportivos pero manchada por escándalos, destruyó su carrera como dirigente con su conducta en la final en Sydney, cuando también se tocó los genitales como gesto triunfal.
"Rubiales no puede volver a dirigir el fútbol en este país", dijo la ministra de Hacienda María Jesús Montero, al día siguiente que la FIFA suspendió con carácter provisional — durante 90 días — al presidente de la federación.
"Se acabó. Que se empañe la victoria contundente del fútbol femenino con actitudes que son intolerables y que no las vamos a permitir", añadió Montero.
Rubiales fue reemplazado por Pedro Rocha, su vicepresidente y aliado. Asumirá funciones como interino durante su ausencia.
Rocha convocó a una reunión de emergencia de los líderes regionales para abordar la crisis el lunes, cuando grupos feministas planean concentrarse en el centro de Madrid en acto de apoyo a la delantera Jenni Hermoso, besada en los labios por Rubiales tras la victoria 1-0 ante Inglaterra en la final.
La FIFA resolvió actuar contra Rubiales tras negarse a dimitir. De manera desafiante, al dirigirse a una asamblea de emergencia de su federación, aseguró el viernes que era la víctima de "una cacería" por parte del "falso feminismo"
En un día que quedará como uno de los más lamentables en la historia del fútbol español, Rubiales insistió que Hermoso aceptó un beso "mutuo". Hermoso lo desmintió en dos declaraciones y señaló que se consideraba víctima de abuso de poder. También acusó a la federación de presionarla para apoyar a Rubiales. La federación respondió diciendo que la jugadora mentía y que tomaría medidas legales.
Como parte de la suspensión de Rubiales, el juez de la FIFA Jorge Palacio ordenó a Rubiales y a la federación no contactar a Hermoso.
El gobierno español también se abocó a apartarlo permanente al recurrir al Tribunal Administrativo del Deporte, que se reunirá de forma extraordinaria en los próximos días para considerar el recurso presentado por el gobierno que cita un presunto abuso de autoridad y falta de decoro en un evento deportivo. Si se le declara culpable, Rubiales quedaría inhabilitado para ocupar puestos públicos.
Andrés Iniesta, el autor del gol de la victoria en el Mundial de 2010, dijo que "después de lo que ha pasado esta semana me gustaría transmitir mi tristeza, como persona, como padre de tres hijas, como esposo y como futbolista".
"Creo que no podemos tolerar actuaciones como las que hemos visto, que han empañado un hito tan grande como ganar un Mundial", escribió Iniesta en la red social X, la ex Twitter. "Hemos tenido que aguantar a un presidente que se ha aferrado a su cargo, que no ha admitido que su comportamiento ha sido inaceptable y que está perjudicando la imagen de nuestro país y nuestro fútbol en todo el mundo".