CIUDAD DE MÉXICO
Es su primer partido en la Copa América 2024 y la Selección Mexicana no tiene margen de error.
O México vence a Jamaica, o perderá bonos para liderar el grupo y así tener una ruta más accesible hasta las semifinales.
Cada punto vale oro, de ahí la importancia del duelo de hoy en Houston, de ahí la necesidad de aligerar la presión que cargan Jaime Lozano y sus seleccionados.
En cuartos de final se cruzan el líder y sublíder del Grupo A y B, así como del C y D. El campeón mundial Argentina ganó en su debut y es amplio favorito para imponerse en el sector A, así que la única manera que tiene el Tricolor para evitarlo es encabezar el B.
Ni Chile ni Perú, que ayer empataron, viven un buen momento futbolístico. Canadá no tiene la jerarquía de los rivales de la Conmebol. Si la Albiceleste y el Tri acaban como punteros, en su bracket sólo podrían enfrentarse hasta las semifinales.
La otra llave, la que enfrenta a los equipos del sector C y D, luce más compleja por la calidad de Selecciones, como Estados Unidos y Uruguay, así como Brasil y Colombia.
Una Copa América para lavar la triste imagen tras aquel 7-0 contra Chile en 2016, para recuperar el respeto de los rivales de la Conmebol, para purificar el contaminado ambiente que acompaña a Lozano rumbo al Mundial del 2026, para evitar más cuestionamientos al proyecto que encabeza Juan Carlos "La Bomba" Rodríguez en la FMF y su promesa de mantener a Jimmy en el puesto, pase lo que pase.
Lozano es el tiro al blanco de analistas y un sector de la opinión pública que lo ven verde como técnico del Tricolor, críticas que se agudizaron tras la derrota contra Estados Unidos en la final de la Concacaf Nations League, la humillación ante Uruguay (4-0) y la apretada caída contra Brasil.