Frío, el médico dio un consejo brutal a Santi Cazorla.
"Dijo que me olvidara de jugar al futbol y que me preocupara a ver si podía jugar en el jardín con mi hijo", rememora el bicampeón de la Euro con España (2008 y 2012), exjugador del Arsenal y actual volante del Real Oviedo.
La escena ocurrió a finales de 2016, cuando supo que dos bacterias le habían carcomido casi 10 centímetros del tendón de Aquiles. Lo que había empezado 3 años atrás como una fisura ósea, transmutaba en la sentencia a su carrera, con riesgo de amputación.
"Bueno, por suerte, siempre he sido un poco inconsciente para ese tipo de cosas", cuenta Cazorla sobre su determinación de desafiar la opinión médica.
El reto tuvo tintes de calvario: casi dos años inactivo, 11 cirugías, un pedazo de su brazo izquierdo en el tobillo derecho y de su pierna en el talón, como informó la BBC.
En su cruzada contra la ciencia, Cazorla se convirtió en un milagro médico.
FIGURA DEL OVIEDO
Santi tiene 40 años y es la figura del Real Oviedo, club de la Segunda División de España, propiedad de Grupo Pachuca.
La charla con CANCHA transcurre en el restaurante Tierra Astur, el más famoso en Oviedo por el tradicional escanciado de Sidra que enorgullece a la región de Asturias.
Ahí, Cazorla atiende cada solicitud de autógrafo o selfie, platica largo rato con aficionados a quienes acaba de conocer, posa con los gaiteros que honran la tradición celta. En una época en la que el futbolista tiene actitudes de rockstar, él se comporta como el más común de los mortales.
"La lesión me ayudó a valorar los pequeños detalles a los que antes no les daba la importancia que tienen ahora: el trayecto del hotel al campo, el ir por la calle y que te pidan un autógrafo.
En esa época, durante prácticamente 2 años que estuve sin jugar, uno pasa a sentirse solo, a que la gente ya no te reconozca, como es normal; al final todo en la vida pasa, y luego el que te vuelvan a reconocer, que salgas en la tele metiendo un gol, que vuelvas a salir en los periódicos, todo eso que habías perdido durante ese trayecto", menciona.
EN EL OVIEDO... ¡JUEGO GRATIS!
Santiago Cazorla González (Lugo de Llanera, Asturias, 13 de diciembre de 1984) era fan del Real Oviedo desde niño. A los 9 años ya jugaba en las inferiores y era recogebalones en uno que otro partido del primer equipo. A los 18 ya estaba listo para debutar, justo cuando el club descendió a la cuarta categoría. Una oferta para jugar con el filial del Villarreal le enmendó el camino.
"Hablé con mis padres, me dijeron que si el sueño era ser futbolista tenía que coger la oportunidad que me daba el Villarreal. No tenía dudas, pero fue duro porque después de toda una vida, hasta los 18 años con mi familia y amigos, verte a mil kilómetros de casa fue un momento complicado, que también te hace madurar más rápido".
Su ruta pasó también por el Recreativo de Huelva, Málaga, Arsenal (Inglaterra), otra vez el Villarreal, Al-Sadd (Qatar) y, para cerrar el círculo, por fin el Real Oviedo, transacción que rememora el presidente del club, Martín Peláez.
"El tema económico nos preocupaba, decíamos ´Santi, un cuate que viene de Qatar, del Arsenal, de ganar millones de euros y nosotros con un límite salarial muy acotado, aparte era el último fichaje´", comenta el dirigente.
"Cuando Santi me dice ´vamos para adelante´, dije ´bueno, el tema económico lo hablo mejor con tu representante´, pero por la pena de decirle lo que le podíamos ofrecer. Hablo con su representante, le doy la cantidad y me dice ´no, ¡cómo le vamos a decir eso a Santi!´. No era ni el 5 por ciento de lo que ganaba en Qatar. A las dos horas me dice el representante ´ya me dijo Santi que al Oviedo no le va a cobrar´. Le habíamos ofrecido el 10 por ciento de la venta de sus camisetas y me dijo que eso lo donara al futbol base, lo tuvimos que inscribir con el salario mínimo porque LaLiga lo exige, pero si no estaría jugando aquí gratis".