RAYÁN, Qatar
Túnez frenó el martes a Dinamarca, semifinalista de la Euro, que no pudo pasar del empate sin goles en su estreno en el Mundial, apenas tres horas después de la inesperada victoria de Arabia Saudí sobre Argentina.
Ante un estadio en el que los hinchas tunecinos eran mayoría, el país norteafricano probablemente mereció más, pero una experta atajada del arquero Kasper Schmeichel poco antes del descanso ayudó a Dinamarca a conservar las tablas.
Ya vencido sobre el césped luego de que Túnez lograse rebasar a la férrea defensa, Schmeichel levantó una mano para desviar un disparo de Issam Jebali, que juega en el Odense danés.
Fue el tipo de atajada que su padre, la leyenda del Manchester United Peter Schmeichel, solía realizar.
El partido supuso el regreso de Christian Eriksen a un gran torneo menos de un año y medio después de sufrir una parada cardíaca en un partido de la Euro 2020 con Dinamarca.