El astro fue la inspiración de una Argentina que vapuleó el martes 3-0 al último subcampeón Croacia y jugará la final del Mundial, en la que buscará el desquite del trofeo que se le escapó hace ocho años.
"Lo disfruto y más siendo mi último Mundial. Jugar una final es impresionante", expresó el Diez, que llegó al primer Mundial en Medio Oriente con la obsesión de levantar el único gran trofeo que le falta en su brillante carrera. "Sabíamos que no éramos los máximos candidatos, pero no le íbamos a regalar nada a nadie. Fuimos demostrándolo partido a partido".
Messi, de 35 años, abrió el marcador con un penal al ángulo del arquero croata Dominik Livakovic a los 34 minutos en el estadio Lusail. Fue el quinto gol del astro en Qatar y el undécimo en mundiales, superando así al delantero Gabriel Batistuta como máximo artillero argentino en la competencia.
Messi luego asistió en el primer gol de Julián Álvarez, quien tras una galopada se impuso entre tres defensores croatas y definió con el empeine derecho a los 39 minutos. La misma sociedad derivaría en el doblete del delantero del Manchester City a los 69 minutos, luego de una sublime conducción de Messi por la banda derecha.
La contracara de Messi fue Luka Modric, el astro croata de 37 años que no tendrá la posibilidad de tomarse desquite de la caída de su selección en la final de 2018. La derrota este martes fue apenas la segunda en sus últimos 13 partidos del mundial. Tendrá el consuelo del partido por el tercer puesto.