Ciudad de México
Si la cifra de capturas se mantiene durante junio y julio (se publican los datos con dos meses de retraso), en sólo siete meses se superarán los arrestos de todo el año anterior, que ya fue un récord histórico.
Los datos contrastan con la retórica del presidente Andrés Manuel López Obrador, que hace un mes afirmó en una conferencia matutina que México trataba a los migrantes "muy bien", a pesar de que la ONU ha dejado claro que la detención de migrantes sólo debe usarse como "último recurso".
En abril, el Gobierno de Estados Unidos publicó un comunicado en el que afirmaban que el presidente mexicano y Joe Biden habían llegado a un acuerdo para "reducir significativamente los cruces fronterizos irregulares".
Las autoridades del Instituto Nacional de Migración (INM) de México han cuantificado entre enero y mayo de este año 590.401 "eventos de personas en situación migratoria irregular", un eufemismo que el organismo usa para referirse a las detenciones.
Casi 4.000 personas al día han sido procesadas por no tener documentación. En solo cinco meses la cifra de capturas se aproxima a las 782.176 que hubo durante todo el 2023.
El año pasado, un grupo de expertos de la ONU denunció que en México la detención arbitraria era "un problema generalizado" que daba pie a "malos tratos, torturas, desapariciones forzadas y ejecuciones arbitrarias".
El Ejecutivo mexicano respondió que el informe no reflejaba "adecuadamente" el contexto actual: "La política de seguridad del Gobierno de México tiene un nuevo enfoque que busca atacar las causas estructurales de la desigualdad y reconoce los desafíos en la materia; no se coincide en la apreciación del grupo de trabajo".