CIUDAD DE MÉXICO
El Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) ha resuelto este martes cancelar la candidatura de Félix Salgado Macedonio a la gubernatura de Guerrero por no haber presentado a tiempo el informe sobre los gastos de precampaña como establece la ley. El órgano confirma así la decisión del Instituto Nacional Electoral (INE) contra el registro del político de Morena, sobre el que pesan además dos denuncias por violación y otras acusaciones de acoso sexual.
El fallo de la Sala Superior del tribunal cierra el caso que ha marcado las primeras semanas de campaña de las elecciones federales y locales de junio, en medio de enormes presiones políticas ejercidas en primer lugar por el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador. Esta resolución representa ahora un duro golpe para el presidente, aunque dirección de Morena ha asegurado que la acatará y se ha mostrado convencida de que ganará de cualquier forma.
La decisión de revocar la candidatura -fundamentada en la ponencia del juez Indalfer Infante- ha sido adoptada en una sesión telemática por seis de los siete magistrados de la Sala, que también optó por anular por cinco votos la postulación a Raúl Morón, candidato del partido oficialista en Michoacán que tampoco justificó sus gastos. La resolución llega después de semanas de intentos de interferencias del poder ejecutivo y de la cúpula de Morena a los magistrados. La tensión en el seno del órgano se disparó después de que su presidente, José Luis Vargas, impusiera la semana pasada, en contra de la posición de la mayoría, un aplazamiento del fallo sobre las candidaturas de Salgado Macedonio y Morón. Cinco de los siete integrantes del tribunal le recriminaron “la decisión unilateral de diferir las sesiones incide negativamente en la resolución de asuntos de carácter urgente”.
La urgencia de estos casos, que se han dirimido cuando la campaña electoral ya había comenzado, tenía que ver en primer lugar con el calendario electoral. Guerrero y Michoacán, al igual que otros 13 Estados, afrontan el 6 de junio unas elecciones que renovarán sus gobernadores y que suponen el primer gran termómetro para el Gobierno de López Obrador. Y precisamente el comportamiento del presidente, que ha defendido de forma explícita a Salgado Macedonio pese a las graves acusaciones de violación y otros delitos sexuales en su contra y se ha enfrentado abiertamente con el Instituto Nacional Electoral (INE), ha enturbiado la deliberación en torno al escándalo.
La división en el tribunal, que el lunes escuchó las alegaciones del político guerrerense, y los retrasos fueron el enésimo episodio que en las últimas semanas ha alimentado dudas sobre la independencia de la justicia y la injerencia tanto del Gobierno como de la cúpula de la formación que lo sostiene en la autonomía de los tribunales en general y en el rumbo de los procesos electorales en particular. El caso de Salgado Macedonio se convirtió es una suerte de apuesta personal de López Obrador, que llegó a hablar de “campaña de difamación” contra el político, que creció junto a él en las filas del PRD.
En medio de la tormenta, a pesar del malestar interno y de la indignación del movimiento feminista, el mandatario no retiró el apoyo. Al contrario, convirtió ese clima en un arma arrojadiza para hacer campaña contra el INE y sus adversarios políticos. El 74% de los mexicanos consideraba, tras estallar el escándalo en febrero, que el presidente debía cambiar su postura y buscar una alternativa al precandidato, según una encuesta de SIMO Consulting para EL PAÍS. Y a eso se añade la actitud del propio Salgado Macedonio, que pese a ser inhabilitado por la autoridad electoral mantuvo una presencia constante en los actos electorales y amenazó a Lorenzo Córdova, el presidente del INE, con organizar una protesta a las puertas de su casa.
Con todo, la mayoría de la Sala Superior decidió avalar la posición del INE sobre Salgado y Morón. El primero no reportó un gasto de alrededor de 20.000 pesos y a finales de marzo, tras la primera resolución de la autoridad electoral en su contra siguió, en la práctica, haciendo campaña pese a la suspensión. El segundo fue sancionado por no justificar 12.000 pesos y en las últimas semanas tuvo un perfil más discreto. El tribunal, sin embargo, entendió de forma mayoritaria, y más allá de las cantidades, que debía trasladar un mensaje de ejemplaridad.
El caso de Salgado Macedonio ha sido, con diferencia, el que más indignación ha generado y el que más ha salpicado a Morena estas elecciones, pese a la defensa de los dirigentes del partido. El camino de la carrera electoral para el político guerrerense parecía allanado hasta que se hicieron públicas las denuncias por violación. Una realizada por una mujer que asegura haber sido violada cuando era menor de edad en 1998 y otra por una trabajadora de La Jornada de Guerrero, en 2016, cuando el político era director del periódico. En ambos relatos, el abuso de poder del candidato y la brutalidad de los hechos están relacionadas. “Me quitó el top con fuerza, me puso la mano sobre el cuello, me violó y con los pantalones abajo y todo sudoroso buscó su cartera, sacó 100 pesos y me los aventó en la cara como si fuera basura”, contó a EL PAÍS la mujer abusada cuando tenía 17 años. La otra denunciante asegura que en mayo de 2016 fue drogada y violada por el político cuando estaba en su casa. También afirma que su entonces jefe la chantajeó con enviarle a su esposo fotos íntimas que le había tomado y que los abusos continuaron durante varios meses y se volvieron más violentos: “Comenzó a golpearme y me violó en repetidas ocasiones”, relata en la denuncia que realizó ante la Fiscalía de Guerrero.
El escándalo fue mayúsculo y el partido tuvo que apaciguar los ánimos con una investigación interna a cargo de la Comisión de Honestidad y Justicia. Al final, el órgano partidista no encontró impedimentos para inhabilitar al candidato y lo único que hizo fue repetir la misma encuesta poco transparente para volver a elegir aspirante. Salgado Macedonio volvió a ser elegido. Esta misma semana la Comisión desestimaba la investigación que quedaba pendiente por las denuncias de violación al determinar que la víctima había fallecido, algo totalmente falso que viene a abonar la poca claridad con la que se ha dirigido Morena en este caso. Pese a este ejercicio de transparencia política, se cuestionó que existiese en el partido una intención real de cambiar a su abanderado. El Instituto Electoral de Guerrero, ratificó la candidatura de Félix Salgado al no existir ninguna sentencia firme en su contra.
El partido tiene menos de 24 horas para designar un nuevo aspirante si quiere llegar al debate de candidatos de Guerrero este miércoles. La opción más factible es la de nombrar a Luis Walton Aburto como sucesor, otro de los morenitas interesado en presentarse a las elecciones. El INE penalizó a Walton con una multa de 217.000 pesos (10.870 dólares) por entregar el reporte de precampaña tarde, no en ceros como en el caso de Salgado Macedonio.
La votación sobre las candidaturas en Guerrero y Michoacán se definió tras una larga negociación interna en la que también incidió el acuerdo del INE para limitar la sobrerrepresentación en el Congreso es una cuestión estructural que molesta a López Obrador. El mandatario habló abiertamente de “complot” para arrebatarles el control del poder legislativo y el presidente nacional de Morena, Mario Delgado, calificó esa decisión del INE de “maniobra oscura y vergonzosa”. Este mecanismo, impugnado por el partido oficialista, busca acotar las bancadas de las mayorías parlamentarias y evitar que haya trasvase de diputados entre fuerzas que acudieron en coalición a estos comicios.