Guerrero
El malestar y la angustia entre la gente brotaron el jueves en Acapulco, la ciudad turística del sur de México devastada por un huracán de categoría 5 que ha dejado al menos 27 muertos y cuatro desaparecidos, a medida que se restablecían vías de acceso y comunicaciones.
Tras más de 24 horas de aislamiento, por los desprendimientos de tierra que bloquearon carreteras y las inundaciones en lo que ahora es un paisaje de escombros, en el relato de los supervivientes resonaba desesperación por la lentitud en la llegada de la ayuda.
Con una población de más de un millón de habitantes, hay familias que aún no tienen ninguna noticia de sus parientes más de un día después de que el huracán Otis destruyera barrios de zonas populares pero también hoteles y grandes avenidas que antes presumían de unas hermosas vistas hacia la playa.
Flora Contreras Santos, una ama de casa de un barrio empobrecido de las afueras de Acapulco, iba de soldado en soldado contando su historia de desdicha mientras trataba de que alguien le hiciera caso sobre tragedia ocurrida en su calle en pleno huracán del martes.
Una ladera se derrumbó sobre su humilde casa de techo de lámina, y la fuerza del lodo y el agua arrancó a una niña de tres años de los brazos de su madre.
No la han vuelto a ver desde entonces.
"El cerro se les vino encima. El lodo se la quitó de los brazos a la mamá", relató Contreras Santos. "Necesitamos ayuda. La mamá está mal, toda raspada, y no encontramos a la niña".
Nadie parecía interesado en ese trágico caso.
Lo prioritario parece ser el turismo y los grandes hoteles. Así lo evidenció la gobernadora del estado de Guerrero, Evelyn Salgado, cuando al declarar por primera vez tras la tragedia, anunció que se habilitarían diariamente entre 30 a 40 unidades para evacuar a los miles de turistas que quedaron atrapados en Acapulco.
TODO UN CAOS
Sin electricidad, gasolina y escasa cobertura de telefonía móvil, la tarea de reconstrucción parecía inabarcable.
La frustración hacia las autoridades parecía generalizada. Aunque se movilizaron unos 10.000 soldados a la zona, no contaban con las herramientas para limpiar las toneladas de lodo y los árboles caídos de las calles.
Muchos de los otrora elegantes hoteles al pie de la playa tenían el aspecto de gigantes desdentados sin ventanas.
PÉRDIDAS POR 15.000 MDD
Torres de transmisión de electricidad caídas, automóviles destruidos, hoteles inundados. La que se esperaba fuera tormenta tropical se convirtió en huracán categoría 5 al tocar la costa de Acapulco, Guerrero el miércoles, dejando a su paso un daño material cuantioso. Más allá de la pérdida de las 27 vidas humanas que contabilizan las autoridades, se estima que las pérdidas económicas sumen 15.000 millones de dólares, según la firma de análisis de riesgo especializada en desastres naturales y guerras Enki Research.