Este jueves fue ejecutado en Huntsville, Texas, Abel Ochoa Revilla, encarcelado desde 2003 y condenado a la pena de muerte luego de que un tribunal federal de Estados Unidos lo hallara culpable de asesinar a 5 miembros de su familia en Dallas, en 2002.
Oriundo de Durango, Ochoa Revilla obtuvo la nacionalidad estadounidense, por lo que fue tratado como tal durante todo el proceso en su contra.
El 16 de enero pasado, consulado mexicano en Houston difundió que en su proceso, se le ofreció asistencia consular mexicana mediante un miembro de su equipo de defensa y ésta no fue requerida. No obstante, la titular de este consulado general, Alicia Kerber, envió una carta de clemencia dirigida a la Junta de Perdones y Libertad Condicional de Estados Unidos, aunque sin éxito.
Ochoa fue condenado a muerte en 2003 por los crímenes contra su propia familia cometidos el 4 de agosto del año anterior.
Tras pedirle 10 dólares a su esposa para comprar droga, Ochoa asesinó a balazos a Cecilia, su mujer, además de a su bebé, a su suegro y a su cuñada Jaqueline, mientras que su otra cuñada, Alma, quedó herida de gravedad. A su otra hija la mató de cuatro tiros mientras corría hacia la cocina tratando de escapar.
Ochoa fue detenido aproximadamente media hora después de la masacre mientras retiraba dinero de su esposa de un cajero automático.