CIUDAD HIDALGO, ChiS.
Efectivos del Ejército Mexicano, Guardia Nacional (GN) y del Instituto Nacional de Migración (INM) sellaron ayer la frontera con Guatemala para impedir el ingreso de integrantes de la caravana proveniente de Honduras, la cual logró burlar el cerco policiaco-militar que instaló el vecino país para impedir el avance hacia territorio mexicano y Estados Unidos.
La caravana, que partió el pasado jueves de San Pedro Sula, Honduras, y que ingresó de forma violenta a Guatemala, fue desmantelada en el departamento del Petén la noche del sábado por elementos del Ejército de ese país, así como por la Policía Nacional Civil (PNC), donde se registró un enfrentamiento.
La caravana se fraccionó en tres partes pequeñas y algunos lograron llegar al poblado de Tecún Umán, pero también fueron obligados a regresar a su país.
Poco antes del mediodía, un contingente de unos 300 efectivos de la Guardia Nacional y del Ejército mexicano, portando escudos antimotines, toletes y chalecos protectores arribaron a la orilla del río Suchiate, que divide a México con Guatemala, y en grupos de ocho, acompañados por agentes migratorios, se instalaron en los pasos informales a lo largo de un kilómetro.
Antes, una veintena de agentes migratorios, resguardados por militares que portaban armas largas, solicitaban documentación a todas las personas que ingresaban a territorio nacional a través del río.
La orden que dio un alto mando de la Guardia Nacional es que se detuviera únicamente a migrantes de Honduras o de otros países y que se permitiera el ingreso de guatemaltecos comerciantes que vienen de compras al país, aprovechando que el tipo de cambio les favorece, para no afectar la economía de la zona.
El comisionado del INM, Francisco Garduño Yáñez, junto con el embajador de Guatemala en México, Mario Búcaro Flores, supervisó el operativo.