Puebla, Pue.
La sede del Congreso de Puebla se alistaba para recibir al gobernador Luis Miguel Barbosa Huerta, quien rendiría este miércoles su cuarto informe de gobierno. Hoy lo recibe en circunstancias muy diferentes.
Luis Miguel Barbosa Huerta falleció el martes en la Ciudad de México a los 63 años, se presume, a causa de un infarto.
Por la mañana, el gobierno estatal informó que el mandatario era "valorado por personal calificado que le está dando seguimiento y cuidado médico" y su estatus era "estable y sin complicaciones".
A esa hora, en redes sociales circularon diversas versiones sobre la salud del gobernador y el lugar donde era atendido.
Las sospechas iniciaron la noche del lunes, cuando canceló su participación en el relanzamiento del Museo Internacional del Barroco. La mañana de este martes, de último momento, se informó que se cancelaba su videoconferencia diaria, sin más explicaciones.
En el hospital de Traumatología y Ortopedia Rafael Moreno Valle, en la capital poblana, se desplegó un dispositivo de seguridad. En el lugar se observaron vehículos utilizados por el gobernador.
Posteriormente, de manera extraoficial, se informó de su traslado por helicóptero a la Ciudad de México. No se informó a qué nosocomio habría llegado.
Quien informó sobre el deceso fue el presidente Andrés Manuel López Obrador: "Lamento mucho el fallecimiento de mi compañero Miguel Barbosa Huerta, gobernador del estado de Puebla. Acabo de hablar con su esposa Rosario, le expresé mi tristeza y hago extensivo mi más profundo pésame a familiares, amigos y a su pueblo", publicó en su cuenta de Twitter.
A las 16:00 horas, el gobierno de Puebla dio a conocer el deceso: "El gobierno del estado de Puebla informa que lamentablemente el gobernador de esta entidad, Miguel Barbosa Huerta, falleció este día en la Ciudad de México".
PROBLEMAS DE SALUD
Barbosa fue diagnosticado con diabetes en 2012, enfermedad que le provocó la pérdida de la visión.
En diciembre de 2013, cuando se debatía la reforma energética, acompañó al ahora Presidente a una marcha, tras la cual tuvo lesiones en el pie derecho, las cuales se complicaron, por lo que lo hospitalizaron y amputaron el pie.
En entrevista, el 19 de mayo de 2019, se le preguntó cómo estaba de salud, respondió: "A toda madre. Tienen 5 años que me lo dicen, desde que estaba de senador y me amputaron mi pie derecho. A partir de entonces, cada vez que quieren molestarme los adversarios hablan de mi salud, y mis amigos me preguntan: ´¿Cómo estás?´ Y de buena fe les digo que estoy bien".