CIUDAD DE MÉXICO
En 2019, las entidades federativas estimaron gastar 2.088 billones de pesos, pero acabaron gastando 2.242 billones, es decir 7 por ciento adicional, según un estudio del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).
Si bien la variación de 7 por ciento es la menor de los últimos 5 ejercicios fiscales, preocupa que haya entidades que reiteradamente sobrepasen su presupuesto, aseguró Valeria Moy, directora general del IMCO, durante una conferencia virtual.
Por cuatro años consecutivos, estados como Hidalgo, Morelos, Oaxaca y Tamaulipas han gastado más del 15 por ciento de lo estimado originalmente al inicio del año, según el Informe Estatal del Ejercicio del Gasto (IEEG) 2020.
“Cuando llevas años de mala presupuestación, claramente no es un error. Uno se puede equivocar, pero se ven ciertas tendencias de que no son errores, sino costumbres de presupuestar a la baja para estimar una oportunidad de gastar distinto a la hora de la hora”, dijo.
Moy explicó que los estados pueden tener ajustes al gasto debido a la incertidumbre de las necesidades durante el año. Pero cuando las variaciones son superiores al 15 por ciento de forma reiterada, evidencia una baja eficiencia de la presupuestación.
De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas (ONU), una variación aceptable en el ejercicio presupuestal se ubica en el rango de más o menos 15 por ciento.
Aplicando este criterio, en 2019 hubo siete estados con resultados fuera del rango aceptable, donde destaca Morelos, que gastó 37 por ciento más de lo presupuestado, y Tlaxcala, con 24 por ciento más.
De igual forma, Oaxaca tuvo un sobreejercicio de 23 por ciento, Tamaulipas de 21 por ciento, Hidalgo de 20 por ciento, Durango de 16% y Veracruz de 16%. (Reforma)
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Según el IMCO, la evidencia apunta a que el ejercicio del gasto en los estados es una simulación contable que muestra el desapego a los presupuestos, lo que permite gastar sin transparentar, sin rendir cuentas a los ciudadanos y sin tener que justificar las prioridades del gasto.
Para evitar esta práctica, el IMCO propone establecer controles a las modificaciones presupuestales de los poderes ejecutivos estatales que limiten el aumento injustificado de partidas de gasto.
Si un Gobierno estatal requiere modificar su gasto para alguna partida en más del 15 por ciento, debe tener la aprobación del Congreso local, recomendó.