CIUDAD DE MÉXICO
La Marina-Armada de México (Semar) asestó otro golpe al tráfico de droga por mar, con el decomiso de más de media tonelada de cocaína en el puerto de Manzanillo, Colima, que transportaba un buque con bandera japonesa procedente de Colombia, con destino final al puerto de Yokohama, Japón.
Con este cargamento suman más de tres toneladas de cocaína incautadas por la Marina, en lo que va del mes, en puertos del Pacífico mexicano.
En coordinación con la Administración General de Aduanas (AGA) y la Fiscalía General de la República (FGR), elementos navales detectaron la droga al realizar la inspección no intrusiva con Rayos X, en un contenedor descargado de dicho navío que traía 11 costales de rafia color negro, los cuales contenían en su interior paquetes en forma de ladrillos.
La Semar informó que se tomaron muestras del material y, con un equipo de detección de sustancias ilícitas, se encontró como resultado cocaína, un total de 575 paquetes y con un peso de 678.4 kilogramos.
La carga ilícita fue puesta a disposición de las autoridades competentes para la integración de la carpeta de investigación, dijo la Semar.
Para la Marina-Armada se trata de un golpe certero a las estructuras financieras del crimen organizado.
El pasado 3 de agosto, la institución de seguridad informó que como Autoridad Marítima Nacional, en funciones de Guardia Costera, logró el aseguramiento de aproximadamente 2 mil 240 kilogramos de presunta cocaína y 500 litros de combustible, así como de la embarcación menor en la que era trasladado citado cargamento.
La carga ilícita era transportada en paquetes y bidones a bordo de una embarcación menor tipo Imemsa, tripulada por cuatro personas, cuando fue avistada por personal adscrito a la Octava Región Naval, con sede en Acapulco, Guerrero, quienes surcaban las aguas en un buque patrulla oceánica de la Armada de México, mientras se efectuaba una operación de vigilancia marítima.
La embarcación menor con dos motores fuera de borda se desplazaba a alta velocidad de manera sospechosa en aguas del océano Pacífico, aproximadamente a 75 millas náuticas (139 kilómetros) al sureste del puerto de Acapulco, Guerrero, por lo que se estableció inmediatamente un operativo con unidades de superficie (buques), unidades aeronavales y personal de Infantería de Marina para su intercepción.
Los presuntos infractores, detalló la dependencia, al verse sorprendidos, arrojaron al mar 112 bultos color negro y 19 bidones blancos con capacidad de 50 litros cada uno, 10 de estos llenos de combustible y nueve vacíos, dando un total de 500 litros de combustible que se presume sería utilizado para abastecer embarcaciones empleadas para el trasiego de cargas ilícitas en la mar; intentando así inhibir la acción delincuencial.