México.- El diputado Porfirio Muñoz Ledo acusó “hipocresía” en la bancada de su partido Morena, pues le ofreció respaldar su reserva a la reforma al artículo 4 de la Constitución, pero sólo tres de su grupo parlamentario lo apoyaron.
“Es infamante que en esta Cámara sólo se aprueben las reformas constitucionales que envía el Ejecutivo y no las que presentamos los diputados al Congreso de la Unión. El presidente López Obrador ha dicho que respeta al Congreso, pero algunos de sus émulos y de sus lambiscones niegan la palabra hasta a su propio jefe” dijo al recordar que como presidente de la Permanente, en enero, se rechazó que tomara la palabra.
“Me voy, que quede aquí, y no les dejaré pasar una más. ¡Hipócritas¡” dijo a los legisladores de la 4T, al abandonar el salón de plenos bajo las porras de la oposición: “¡Por-fi-rio¡, ¡Por-fi-rio¡”.
El morenista, quien ha criticado la política migratoria del gobierno federal, acusó que “hay cosas misteriosas alguien diría que fantasmas; se tomó la votación de mi reserva y resulta que tuvo enorme mayoría en contra. He hablado con todos mis compañeros que dicen que votaron a favor” dijo.
De inmediato se rió el diputado Ignacio Campos Equihua, quien apareció en la pantalla, detrás de Muñoz Ledo, aunque al final de la protesta aplaudió ésta.
Agregó el morenista: “particularmente los de mi partido, tengo entendido que sólo 3 votaron a favor”.
“No es que me oponga a una dictadura silenciosa, sino que me parece que la hipocresía y el doble lenguaje no caben en la 4T “, advirtió Muñoz Ledo, a quien homenajea su bancada, pero tiene en la congeladora al no aceptar sus propuestas.
La de hoy consistía en incluir una frase para garantizar que la prioridad del Estado sería hacerse de recursos “a fin de lograr progresivamente el estado de bienestar”.
Diputados de oposición votaron por discutir la reserva, pero la mayoría de la 4T dio un aplastante no.
Acepta Morena corregir reforma
La Cámara aprobó con mayoría calificada de 335 votos en pro, 54 en contra y 4 abstenciones, en lo general y en lo particular, el proyecto de decreto por el que se reforma el artículo 4 de la Constitución en materia de Bienestar y lo remitió al Senado de la República.
Durante casi 3 horas los legisladores discutieron 30 reservas. Sólo se aprobó una presentada por la morenista Miroslava Galván, presidenta de la Comisión de Salud, con lo que se corrigieron varias fallas de la enmienda, mismas que habían sido denunciadas por especialistas en el Parlamento Abierto.
Entre ellas se aceptó que las pensiones para adultos mayores se entreguen desde los 65 años para el caso de los que pertenecen a alguna comunidad indígena (y no a los 68 años, como los demás).
También se admitió que los apoyos para personas con discapacidad no se terminen a los 18 años, sino que se entreguen prioritariamente a las y los indígenas, y las y los afromexicanos hasta la edad de 64 años y las personas que se encuentren en condición de pobreza.
En tanto, se admitió parcialmente una propuesta del PAN, que había planteado unificar en un solo sistema de salud la atención para asegurados y no asegurados –y no uno sólo para los no asegurados—y establecer que éste será para las “´personas” y no con la generalidad de “población”.