CIUDAD DE MÉXICO
Un nuevo tiroteo, un nuevo horror, esta vez en un banco de Louisville, Kentucky, transmitido en vivo, y un nuevo llamado del presidente Joe Biden: ¿Hasta cuándo?
Cinco personas perdieron la vida cuando un hombre de 23 años, que trabajaba en la entidad bancaria y acababa de ser despedido, comenzó a disparar con un rifle, explicó la policía. El agresor transmitió en vivo el ataque en Instagram. "Seamos claros acerca de qué fue esto", dijo el alcalde de Louisville, Craig Greenberg: "Este fue un acto malvado de violencia selectiva", enfatizó, de acuerdo con medios estadounidenses.
"Es trágico saber que ese incidente fue difundido y captado", expresó la jefa del Departamento de la Policía Metropolitana de Louisville, Jacquelyn Gwinn-Villaroel, en una conferencia de prensa. Meta, la compañía propietaria de Facebook e Instagram, indicó en un comunicado que había "retirado rápidamente la transmisión en vivo de este incidente trágico esta mañana (de lunes)".
La policía llegó mientras aún continuaba el tiroteo y mató al atacante en un intercambio de balazos. El agresor fue identificado como Connor Sturgeon.
El presidente estadounidense, Joe Biden, arremetió contra los republicanos del Congreso y les reprochó que no hayan fortalecido las leyes que regulan la posesión de armas de fuego para evitar matanzas como la que se produjo en Louisville, Kentucky.
"Una vez más, nuestra nación está de luto tras un acto de violencia armada sin sentido. Jill [su esposa] y yo rezamos por las vidas perdidas y que se han visto afectadas por el tiroteo de hoy", afirmó el mandatario estadounidense en un mensaje en Twitter.
"Demasiados estadounidenses están pagando con sus vidas el precio de esta inacción. ¿Cuándo actuarán los republicanos en el Congreso para proteger a nuestras comunidades?", añadió.
Biden ha pedido repetidamente a los conservadores, que controlan la Cámara de Representantes de EU, que se prohíban las armas de asalto y los cargadores de alta capacidad, los cuales permiten a quien porta un arma matar a un gran número de personas sin necesidad de detenerse a recargar balas.