CHILPANCINGO, Gro.
La capital de Guerrero vivió un domingo de miedo. La ciudad estuvo vacía, los negocios cerrados, pocas personas en las calles y mucho menos transporte público, mientras la alcaldesa Norma Otilia Hernández aseguraba a su equipo que "todo está bien" y no la tumbarán.
El sábado, Chilpancingo vivió una ola de violencia que dejó seis choferes asesinados y nueve unidades de transporte público atacadas a balazos e incendiadas.
La violencia desató miedo y zozobra en la población: escuelas anunciaron la cancelación de clases y ceremonias de graduación, se suspendieron fiestas y el mercado Baltazar R. Leyva Mancilla, que suele estar atiborrado, ayer lució vacío.
La alcaldesa, la morenista Norma Otilia Hernández Martínez, sigue sin dejarse ver tras la publicación de fotografías y el fragmento de un audio donde se ve y se escucha que saluda al líder de la organización criminal Los Ardillos, Celso Ortega Jiménez.
Lo último que se supo de ella fue a través de un mensaje de voz que envió a su equipo de trabajo, en el cual se muestra preocupada, pero por mantener su cargo.
"Dentro de todo, todo está bien, quiero decirles que hemos estado platicando ya con todos nuestros grupos políticos, [con el] partido [Morena], todo está bien. Nada más sí es importante que nosotros estemos muy adheridos, compañeros y compañeras, que tampoco, pues, ustedes se la crean", se escucha decir a Hernández Martínez.
"Vamos a pasar este tipo de crisis. No es la primera, ya son, creo, como cinco crisis que hemos pasado desde el inicio de nuestra administración y no nos han tumbado, todo va a salir a la luz, como siempre lo hemos hecho, y vamos a salir muy, muy fortalecidos", subrayó.