Guadalajara, Jalisco
Miembros del colectivo de búsqueda de personas desaparecidas Luz de Esperanza, apoyados de voluntarios, pegaron fichas de búsqueda alrededor del Palacio de Gobierno para difundir los rostros de las víctimas de este delito.
El grupo de familiares llegó y comenzó a colocar lonas con las fichas de búsqueda sobre la explanada frente al Palacio de Gobierno que estaba resguardado con barreras metálicas de seguridad.
Desde el área resguardada con los metales algunos policías observaban indiferentes y solo seguían a los miembros del colectivo con la mirada.
Las personas terminaron de colocar las lonas y se organizaron para repartir entre los asistentes las hojas impresas que pegarían en bolardos y en las barreras metálicas.
Además de amigos y familiares de las personas desaparecidas, también se sumaron voluntarios, entre ellos estudiantes de la Universidad de Guadalajara, para sumar en el acto que llevarían a cabo.
Las personas compartieron el bloqueador solar y repartieron las hojas a modo de que la distribución en la pega fuera equitativa.
Posteriormente se dividieron en grupos y empezaron a pegar en los bolardos de Ramón Corona y Juárez, donde usuarios de la Vía Recreactiva observaban y lamentaban la crisis de desapariciones que vive el Estado.
Otros grupos colocaron cinta adhesiva en las barreras metálicas y pegaron las fichas.
Poco a poco tapizaron los bolardos y las barreras para recordar y difundir los rostros de sus seres queridos.
Mientras los miembros del colectivo realizaban la labor que hacen cada fin de semana, turistas y ciudadanos cada tanto se paraban a mirar y a reflexionar sobre este delito que azota a Jalisco.
Entre los asistentes se encontraba Héctor Águila Carbajal, padre Héctor Adrián Águila Corona, quien está desaparecido desde el 21 julio 2023.
El hombre narró que su hijo, quien acababa de egresar de la Universidad de Guadalajara, solía reunirse los fines de semana con sus amigos para jugar Xbox y fue una de esas noches que ya no volvió.
"Siempre regresaba a la medianoche, regresaba a la una de la mañana cuando muy tarde.
"En algunas ocasiones convivían en mi propia casa, yo conocía a sus amigos, muy contados", comentó.
Sin embargo, aquella ocasión intentó comunicarse con su hijo y, aunque el celular daba tono, éste no contestaba.
Fue hasta las 07:20 horas que dejó de entrar la llamada y por la tarde pudo ir a levantar la denuncia, pero la atención de las autoridades ha sido insensible, además de desgastante, pues no hay avance en las indagatorias.
"Las investigaciones en los primeros dos meses arrojaron que ese amigo que lo citó, pues él participó y lo niega cuando hay pruebas por parte de investigación de la Fiscalía que el último contacto que tuvo fue con él", añadió.
Héctor contó que las autoridades detuvieron al señalado, pero no han logrado localizado a su hijo, pues aseguró que no son eficientes en las indagatorias.
"No hacen las labores de búsqueda. No vieron cámaras de C4, no hicieron más entrevistas a unas personas que faltan.
"Yo me encontré el coche de mi hijo el día en la mañana gracias a que mi otro hijo rastreó su celular", detalló.
Héctor Águila confesó que tras al desaparición de su hijo su vida se quebró y pudo ayudarás con el colectivo Luz de Esperanza, pues le ayudaron para pedir un botón de pánico para su hija, para difundir dichas, para hacer oficios y presionar a Fiscalía
"Nos ayudan en la empatía qué ellos sí tienen con nosotros.
"La vida en casa... no podemos comer, no podemos ir a fiestas, ¿con qué humor vamos a una fiesta?, no podemos, a veces no queremos bañarnos, no podemos dormir", lamentó.
Por último, el hombre agradeció a los voluntarios que se suman a su lucha y exigió un trabajo honesto y eficiente por parte de las autoridades para parar esta situación que daña a la sociedad.