Ciudad de México
La oposición ya ha fijado su postura frente al extenso paquete de 20 reformas que presentó Andrés Manuel López Obrador y ha adelantado que no acompañará la mayoría de las iniciativas. La reforma al Poder Judicial y la propuesta de desaparecer siete organismos autónomos son líneas rojas para el frente opositor: el no es rotundo. "No cuenten con el PRI para destruir al país", señaló el Partido Revolucionario Institucional en un comunicado. Sus aliados del Partido Acción Nacional (PAN) también expresaron su rechazo: "Bajo ningún supuesto permitiremos que se vulneren las libertades y la democracia, ni el debilitamiento de los contrapesos y equilibrio de poder". El líder de Movimiento Ciudadano, Dante Delgado, consideró que los proyectos de ley son un intento de López Obrador de entrometerse en la campaña electoral y criticó que sus rivales del PRI y el PAN "siempre caen en las provocaciones del presidente". El PAN dijo que las propuestas sobre pensiones y el aumento de salarios, ampliamente populares entre la población, son "engañosas" y anunció que sus diputados ya preparan una contrarreforma.
PRI, EL MÁS TAJANTE
El PRI ha sido el partido con el posicionamiento más tajante. El tricolor, que gobernó México durante más de 70 años sin alternancia, calificó las reformas políticas del presidente como "una regresión autoritaria" y como un intento de debilitar a instituciones clave para el Estado mexicano. "No es casualidad que, a unos meses de la elección, Morena busque enfrascar a la oposición en una discusión estéril y sin rumbo", se lee en un comunicado de seis puntos. El futuro de las iniciativas del presidente, que necesitan en casi todos los casos los votos de la oposición para ser aprobadas, está en el aire. "Saben que no cuentan con los votos para consumar este asalto a la democracia", se agrega.
López Obrador propuso eliminar organismos como el INAI, encargado de vigilar la rendición de cuentas del Gobierno, así como entes reguladores de sectores estratégicos como las telecomunicaciones y la energía. También planteó que los ministros de la Suprema Corte y los consejeros del Instituto Nacional Electoral (INE) sean electos por voto popular, así como que tengan menos integrantes y reciban menos recursos para desempeñar sus funciones. El presidente explicó que su intención era desmantelar el legado del periodo "neoliberal", que tuvo cuatro presidentes priistas y dos panistas.
MODIFICAN POSTURA
La reforma de pensiones es un asunto más complicado para la oposición, que ha tenido que modificar su postura para que no le pase factura en las elecciones del próximo 2 de junio. El PRI dijo que está de acuerdo con un nuevo esquema que dé un retiro más digno a los trabajadores, pero lo hizo antes de conocer lo que planteaba López Obrador. El panista Santiago Creel, jefe de campaña de Gálvez, anunció la llamada contrarreforma de pensiones, pero no precisó su contenido. El Partido de la Revolución Democrática (PRD), socio minoritario de la alianza, señaló que las propuestas eran "pura demagogia". "El PRD sólo irá con iniciativas que busquen el bienestar de la gente", comentó su líder, Jesús Zambrano.