Ciudad de México
Un total de 376 kilogramos, 94 litros y 2 mil 653 piezas de los llamados "productos milagro" o "productos engaño" fueron retirados del mercado en la ciudad y destruidos; una cantidad que equivale a más de 25 bultos de cemento.
La Secretaría de Salud (Sedesa) informó que los decomisos se realizaron a través de la Agencia de Protección Sanitaria (Agepsa).
De acuerdo con las autoridades de la Ciudad de México, estos aseguramientos se realizaron entre 2019 y hasta julio de 2024, debido a que los artículos no cumplían con las disposiciones sanitarias.
Algunos de los "producto milagro" corresponden a mercancías como JAH2 Live Nutricion, Chupapanza, Riñón Vida Plus Max, Prostamax, Prostaliv, Cicatrisan Plus, Adaptogen Sinergy, Labe Pharmaceutical, BHIP Global de México, Herbal Solution´s Health, Dionica, Biadit, D-norm, Diolix, Cardio Active y
Volumin.
"Los productos asegurados difunden información engañosa con la cual prometen efectos terapéuticos o curativos sin tener evidencia científica sobre su efectividad y condiciones de seguridad para su uso; por estas razones, su consumo representa un riesgo importante para las personas que los recomiendan y utilizan", advirtió Sedesa.
Señaló que su comercialización y consumo representa un problema sanitario, pues se expone a la población a la desinformación y al fraude, además de que no cumplen con las regulaciones y procesos de calidad adecuados.
"Prometen al público múltiples beneficios sin dar cuenta exacta de su composición. Estos productos o falsos medicamentos no garantizan ningún nivel de seguridad en su elaboración, almacenamiento y venta, por lo que no tienen registro o autorización sanitaria", agregó la Sedesa.
Según la dependencia, el decomiso se realizó mediante 289 visitas de verificación por parte de personal de la Agepsa.
Además de las sanciones, se difundieron 24 alertas sobre marcas y productos cuya comercialización atribuye, de manera exagerada, propiedades terapéuticas o curativas, o que son elaborados con componentes peligrosos.
Aconsejó desconfiar de cualquier producto que asegura la cura o desaparición de múltiples padecimientos, o de enfermedades crónicas como cáncer, diabetes o artritis e ignorar los que carezcan de información precisa sobre su lugar de elaboración o fabricante, las sustancias y cantidades que contiene o número de lote y fechas de caducidad.
"Desconfíe de los productos que se ofrecen para consumir sin la exigencia de una revisión médica o promocionan su carácter alternativo y no acepte productos que carezcan del registro sanitario, parte de las autoridades sanitarias", enfatizó la dependencia.