Ven cabos sueltos en caso del Obispo

La Fiscalía de Morelos dice que los captores trataron de vaciar las cuentas del prelado

Ciudad de México

La desaparición y localización del obispo emérito de Chilpancingo, Salvador Rangel, entre el sábado y el lunes, ha preocupado a la sociedad mexicana, rehén de una crisis de violencia de final incierto. Todo puede pasar en un país que cuenta más de 30.000 asesinatos al año y busca a decenas de miles de desaparecidos, también el secuestro exprés de un obispo retirado de 78 años, que había dedicado buena parte de su trayectoria a negociar con grupos criminales, con el objetivo, siempre lo ha dicho, de acercarse a la paz.

APARECE EN HOSPITAL

Después de dos días ausente, Rangel apareció vivo en un hospital público de Cuernavaca este lunes. La Conferencia del Episcopado Mexicano, que había alertado de la desaparición del religioso a media tarde, informo también de su localización horas más tarde. El polémico fiscal de Morelos, Uriel Carmona, que pasó mes y medio en prisión el año pasado, acusado de obstrucción a la justicia y tortura, informó de que la principal línea de investigación apuntaba a un secuestro exprés: criminales lo secuestraron, sacaron dinero de sus tarjetas e hicieron compras. Luego lo soltaron.

"Hay casos que desafían la lógica, en este caso no es así", ha dicho Carmona. "No contamos todavía con una declaración suya. Rangel fue trasladado a un hospital privado. Los médicos no han autorizado que la Fiscalía le tome su declaración. Cuando lo haga, sabremos. Estamos por corroborar el hecho de que fue privado de su libertad, le robaron dinero e hicieron compras usando sus tarjetas. Lo que sí es que todo parece que ocurrió en Cuernavaca", ha añadido. Desde su retiro hace un par de años, Rangel residía en la zona metropolitana de la capital de Morelos.

EXITANTE Y SEDANTE

En varios medios se especulaba este martes con la posibilidad de que los captores del obispo lo hubieran drogado. Incluso algunos diarios señalaban que el religioso había dado positivo por cocaína y benzodiacepinas, el primero excitante, el otro sedante. También decían que estaba golpeado. Preguntado al respecto, Carmona ha dicho que aún no cuentan con los resultados de los "dictámenes químicos" realizados y que, cuando lo vieron, este lunes, "No tenía lesiones visibles", aunque ha pedido esperar el resto de "peritajes". El abogado del religioso, Pedro Martínez, ha dicho en varias entrevistas este martes que el hombre llegó al hospital adormilado, lo que les hace suponer que le inyectaron alguna sustancia.

SALIDA RÁPIDA

Martínez ha explicado también que el prelado salió solo de su casa, el sábado por la tarde. No llevó a su chofer. Dejó sus celulares cargando, lo que le hace pensar que se trataba de una salida rápida. Pero Rangel no volvía y el chofer y el dueño de la propiedad donde vive, sus personas más cercanas, ha detallado el abogado, empezaron a preocuparse. Al rato, ha dicho, empezaron a recibir notificaciones de retiros de dinero de la cuenta de Rangel, pagos en pizzerías, etcétera. Martínez no ha explicado por qué si todo eso ocurrió el sábado, nadie denunció lo ocurrido hasta el lunes por la mañana.

El Gobierno federal ha reaccionado al caso este martes en la mañana. En la conferencia de prensa matutina del presidente, Andrés Manuel López Obrador, la secretaría de Seguridad federal, Rosa Icela Rodríguez, ha ofrecido seguridad al religioso. "Lo que se vaya hablando con él y viendo cuáles son sus necesidades, con mucho gusto lo vamos a hacer", ha dicho. "Todo tiene que ser aprobado por ellos, por la familia. Entonces lo vamos a atender de manera inmediata. No habrá impunidad en este caso", ha añadido.