Matamoros, Tam.
Fueron más de ocho horas que un grupo, de alrededor de 70 personas, todas ellas migrantes de diferentes nacionalidades, estuvo entre el agua y el alambrado de púas a la orilla del bordo de contención del río Bravo del lado americano, esperando que las autoridades de aquel país les permitieran subir.
El día de ayer, en un intento más derivado por la desesperación, migrantes, en su mayoría venezolanos, cruzaron el río Bravo de manera ilegal, topándose con una barrera de púas y arriba con elementos de la Guardia Nacional, quienes no les permitían subirse.
Algunas personas se veían entre el cableado de púas, otras se mantenían en el agua, esperando que se les diera una oportunidad de subir y llegar a territorio norteamericano en busca de conseguir el asilo en aquel país.
Tuvieron que pasar ocho horas entre el agua, hambre, desesperación, para que los elementos de la Guardia Nacional los recibiera y de esta manera se entregaran a las autoridades migratorias para que fueran procesados conforme a las leyes que tiene Estados Unidos.
Desde temprana hora de ayer, los migrantes se agruparon en un lugar del campamento para cruzarse de manera masiva a los Estados Unidos, pero al llegar del otro lado del caudal se encontraron con diversos obstáculos, entre ellos, las barrancadas de alambres de púas que las autoridades norteamericanas colocaron para contener estos cruces ilegales.
Al momento de llegar, los elementos de la Guardia Nacional de aquel país no les permitieron el paso por más de ocho horas y se mantuvieron sin comer, sin beber agua, en espera de poder obtener la autorización de las autoridades para cruzar al lado americano.
Entre esta comunidad se observaron algunos niños que, incluso, se quedaron entre el agua junto a sus padres, quienes llevados por la desesperación tomaron esta decisión para llegar de manera ilegal a los Estados Unidos.
Después de ese lapso, las autoridades de la Guardia Nacional iniciaron a subir uno a uno a estas personas para que salieran del agua y de esta manera fueran entregados a las autoridades migratorias de Estados Unidos.