Matamoros, Tam.
Ya se cumplieron seis meses en que la comunidad migrante vive en el campamento que montaron en los alrededores del Puente Nuevo Internacional de Matamoros, viviendo con una serie de necesidades, todo en busca de obtener un asilo humanitario en Estados Unidos.
Hace un año inició la movilización de esta comunidad de la frontera sur de México a la frontera norte, sin embargo viviendo en esta ciudad apenas se cumplieron los seis meses.
Desde entonces las familias completas viven debajo de los árboles en pequeñas casas de campaña, o sobre la orilla del río Bravo sin los servicios básicos para poder subsistir.
Pese a que ya tienen algunos los seis meses cumplidos viviendo en estas condiciones, no se dan por vencidos y están en busca de un “milagro” para obtener su asilo humanitario de los Estados Unidos.
Desde su llegada han buscado la manera de alimentarse y buscar recursos en base a donaciones que hace la comunidad de ambos países, lo que les ha permitido llegar a seguir adelante.
Las madres de familia hoy en día ya tienen hasta una pequeña cocina formada por recursos naturales, ahí cocinan lo que el jefe de familia.
Llegan a cocinar en ocasiones lo que pescan en las aguas del río Bravo, ya que es su principal fuente de alimentos, pero hay quienes logran obtener algo de recursos económico y comprar otro tipo de comida que cocinan en los fogones que crearon en sus campamentos.