¿Cuánto más podemos contaminar al planeta?. Desde inicio de los años 60´s, cuando el uso del plástico se popularizó a nivel mundial, comenzó el daño constante que hasta el día de hoy hacemos a nuestro ecosistema acabando con la vida de aves, peces, ballenas y tortugas.
La basura plástica se llega a acumular en millones de toneladas, donde por lo menos 4% de esta representa un pequeño y delgado plástico al que degradarse le lleva hasta cien años y su uso es de apenas unos minutos: el popote.
El consumo de este producto es prácticamente diario, ya que cuando acudimos a un restaurante y pedimos una bebida suele ser común que esta venga acompañada por una pajilla de las que en promedio el ser humano consume al menos 38 mil a lo largo de su vida.
Ante esta grave situación en mayo del 2018, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), puso en marcha la campaña “Sin popote está bien”, la cual estaba dirigida a la población mexicana como un llamado a no utilizar este producto en las bebidas, que muchos de ellos van a dar al mar afectando a la vida silvestre marina.
Para septiembre de ese mismo año en Tamaulipas, se presentó en el Congreso local una petición por parte de varios grupos sociales de la zona conurbada, en la cual se exigía la eliminación formal de los popotes, así como las bolsas de plástico en los comercios.
Restaurantes de la localidad se unieron de manera voluntaria a la eliminación de pequeños pero dañinos productos, contribuyendo desde sus negocios con el uso de popotes biodegradables -aunque sean más costosos- o la implementación de aquellos que son reutilizables.
ECO BAG TAMPICO, INICIATIVA POR UN CAMBIO
Ante el auge y viralización de videos e imágenes que se comparten en redes sociales donde se observan masas de plástico florando en los océanos y que en ocasiones muestran como los animales sufren al tener incrustados popotes en diversas partes del cuerpo, comenzó a alertar al mundo.
Y la zona sur de Tamaulipas no quedó excluida de este movimiento, ya que jóvenes tampiqueños Karla Vicencio y Miguel Gutiérrez, estudiantes de derecho quienes preocupados por el medio ambiente, crearon el proyecto “Eco Bag Tampico”, el cual se consolido el 25 de julio del 2019.
“Podemos hacer foros, conferencias, paneles o realizar campañas para cuidar el medio ambiente pero los foros solo quedan ahí y es entonces donde nos preguntamos Karla y yo ¿Qué estamos haciendo para general un cambio? Y así es como surgió Eco Bag Tampico, una iniciativa eco friendly”, mencionó para El Sol de Tampico Miguel Gutiérrez.
POPOTES REUSABLES
Al saber que en nuestro país se generan al año 43 millones de toneladas de basura, principalmente de productos plásticos, crearon una manera de poder ayudar con artículos que en la vida diaria utilizamos como bolsas ecológicas hechas de microfibra, popotes de bambú y acero inoxidable, limpia popotes, loofah exfoliante e incluso cepillos de dientes hechos con bambú.
“Tenemos entendido que los popotes de plástico generan una cantidad de 45 mil toneladas de basura al año y eso es algo que a nosotros nos preocupa”, agregó Miguel Gutiérrez, quien mencionó que así fue como comenzó la iniciativa de venta de popotes reusables de bambú y acero inoxidable.
Cuidar el medio ambiente no es una cuestión de moda o gusto, “sino que debe convertirse en un estilo de vida” agregó Vicencio, quien auguró que la reciente reforma en el Congreso del Estado para la eliminación de las bolsas de plástico sea el inicio de un gran cambio.
RUMBO A LA GENERACIÓN “NO PLÁSTICO”
Por fortuna las nuevas generaciones tienen un mayor compromiso ecológico y de cuidado del medio ambiente, pero sin duda hacen falta estrategias canalizadas a convertirlos en actores de cambios sustanciales.
Estos jóvenes tampiqueños mencionaron que es necesario incentivar más la cultura del “no plástico” dentro de las escuelas para general un cambio de pensamiento en la ideología de los padres en los hogares.
“Muchas veces permea lo que los niños nos digan, poniendo a pensarnos en que a veces tienen razón y así ir cambiando el chip que ya traemos y de cierta manera adoptar las buenas prácticas” añadieron los ecologistas.
Sin duda las nuevas generaciones merecen un mundo mejor al que nosotros recibimos y el cambio de fondo viene en pequeñas modificaciones de hábitos como cargar nuestro popote reusable en el bolso o llevar las bolsas de microfibra al súper, sin duda nuestra tierra, mares y especies lo agradecerán.