Matamoros, Tam.
A los 13 años de edad, Francisco Jaime Hernández, Panchito, padece de distrofia muscular de Duchenne, que lo ató a una silla de ruedas desde hace un par de años, ya que su cuerpo cada día tiene más dificultades para moverse, y desea una silla eléctrica.
A los cinco años de edad comenzó a tener dificultades para caminar. Desde entonces salía como podía a la calle, con muletas y en ocasiones sin ellas, aunque a veces se caía, pero no se daba por vencido.
Hace dos años en definitiva ya no pudo sostenerse de pie, por lo que tuvo que utilizar una silla de ruedas básica, pero debido a que sus padres trabajan todo el día y la enfermedad cada día le avanza por todo su cuerpo, se le complica moverse.
Es por eso que desde hace cinco días tomó la decisión de convertirse en un emprendedor para iniciar a vender bolis y esquimales, con la finalidad de ahorrar hasta 30 mil pesos y comprarse una silla de ruedas eléctrica.
“Yo empecé a vender bolis y esquimales para poder ayudarles a mis papás a poder comprar mi silla; ellos trabajan pero no es suficiente lo que ganan, por eso ahora vendo estos productos para pronto cumplir este sueño”, dijo.
Destacó que ya una vez que regresen a clases presenciales entrará a estudiar la secundaria de nueva creación que recientemente construyó el gobierno federal en el fraccionamiento Lomas de San Juan.
Explicó que quiere su silla eléctrica para poderse mover más fácil, ya que sus brazos también se están viendo afectados por esta enfermedad que inició en sus piernas y cada vez avanza más por su cuerpo.
Francisco vive en la casa marcada con el número 13 de la calle San Patricio, del fraccionamiento Lomas de San Juan, donde vende bolis, esquimales y paletas de sabores.
Francisco comentó que la gente sí le esta comprando, incluso hasta donaciones de estos productos ha recibido, lo cual agradeció por contribuir a poder llegar a su meta.
¿QUÉ ES DMD?
Es un trastorno hereditario caracterizado por la debilidad muscular progresiva que, generalmente, se manifiesta en los niños varones.
La mayoría de las personas con distrofia muscular padecen del síndrome de Duchenne. Las niñas pueden ser portadoras y verse moderadamente afectadas, aunque la enfermedad suele afectar a los niños.
Los síntomas incluyen caídas frecuentes, dificultad para levantarse o correr, marcha de pato, gran tamaño de las pantorrillas y trastornos del aprendizaje.
No tiene cura, pero la fisioterapia y los medicamentos, como los corticosteroides, pueden controlar los síntomas y mejorar la calidad de vida.