Cd. Mier, Tam.
El fervor y la emoción en los festejos de la Virgen de la Inmaculada Concepción son indudablemente contagiosos, y este año no fue la excepción.
La participación de la comunidad mierense en esta celebración tan significativa demuestra el arraigo de la fe y la devoción que se tienen hacia la Virgen.
Desde el inicio de la peregrinación hasta la Iglesia, se pudo sentir la energía y la alegría de los asistentes.
Decenas de familias del Pueblo Mágico de Cd. Mier, se unieron en este acto de fe y tradición.
La misa presidida por el Pbro. Salvador Sáenz, fue el momento culminante de la jornada, donde se pudo observar la devoción y el respeto de los fieles hacia la Virgen.
La danza de los matachines, el canto de las familias y los fuegos pirotécnicos, crearon un ambiente de celebración y alegría que se contagiaba a todos los presentes.