En total abandono se encuentra la gran mayoría de la estructura de áreas verdes con que cuenta Reynosa, espacios dedicados al esparcimiento y también a la práctica del deporte en varias de sus especialidades y un ejemplo claro de ello lo constituye el parque Lineal, cuyo costo fue de aproximadamente 50 millones de pesos.
La obra consta de ocho kilómetros de longitud e incluye bancas metálicas antivandálicas, cestos para basura, jardinería, pasto sintético, piso de recinto volcánico y malla ciclónica, pero la gran mayoría del equipamiento lamentablemente se encuentra ya en pésimo estado.
Lo peor de ello es que no ha habido autoridad municipal alguna que haya mostrado interés por someterla a trabajos de rehabilitación que cada vez resultan más urgentes.
Administraciones municipales vienen y van y ni tan siquiera labores de deshierbe le han ofrecido a la obra cuyo costo fue absorbido casi en su totalidad por la parestatal Petróleos Mexicanos (PEMEX).
PESIMAS
En el caso de las plazas públicas, muchas de ellas también se encuentran en el olvido. Juegos infantiles incompletos y que constituyen un peligro para la niñez, abultada hierba, basura por doquier, en fin. La negligencia de parte del municipio y autoridades encargadas de brindarles atención, -coordinación de Servicios Primarios-, es manifiesta.
Las familias por tanto no acuden a ellas ni llevan a sus hijos a pasear en esos lugares que antaño eran muy visitados, por el abandono en que se encuentran.
TAMBIEN CANALES Y DRENES
Pero la desidia de las autoridades competentes también se manifiesta en el estado en que se encuentran canales y drenes.
La abundante hierba puede verse con claridad tanto a uno y otro lado del canal Anzaldúas.
Nadie interviene, ni al menos intenta ordenar labor de limpieza. La imagen que ofrece ante propios y visitantes, es realmente lamentable, al decir de residentes de distintos sectores de la ciudad por las que atraviesan los afluentes.
El dren Reynosa, está además de invadido de maleza, las aguas que circulan por él son un permanente dolor de cabeza para las familias que habitan colonias por las que pasa, pues día con día despiden olores nauseabundos, constituyendo un gigantesco foco de infección y latente riesgo para la salud de cientos de familias que viven a uno y otro lado del mismo.
Tampoco trabajos de desazolve se han hecho en muchos de sus tramos aún cuando sigue vigente la temporada de huracanes.
La basura de todo tipo en su lecho es cada vez más notoria, problema constante que no atiende autoridad alguna, ni la Comisión Nacional del Agua, pese a los reiterados llamados de distintos sectores de la población que insisten en que sean objeto de labores de mantenimiento.