Cuando los disparos de arma de fuego comienzan a escucharse en esta frontera, los estudiantes que se encuentran en horario de clases deben dejar de lado sus cuadernos y tareas para correr a resguardarse debajo de los tableros de butacas, en mesas o sobre el piso para evitar ser víctimas de una bala perdida.
Estas actividades se han normalizado cada vez más y ahora forman parte de los protocolos de “Escuelas Seguras” que se implementan en preescolares, primarias y secundarias, consideradas del nivel básico.
El Centro Regional de Desarrollo Educativo (Crede) local, reconoce que estas acciones surgieron sin un protocolo fijo, al irse adaptando al momento, conforme a las necesidades.
El pasado miércoles, entre las 9:00 y 10:00 horas, varios estudiantes cuyos planteles están cercanos a la colonia La Cañada se vieron obligados a aplicarlos.
“Les pedimos primero a los maestros que conserven la calma, luego que les den instrucciones a los menores para que se pongan las manos en la cabeza y que se acuesten sobre el piso, que se oculten debajo de las butacas o de las mesas, lo primordial es que estén a salvo, lo demás no importa”, mencionó Georgina Aparicio Hernandez.
Aunque no existe un registro que permita evidenciar cuántos planteles han activado el plan “Escuelas Seguras”, en redes sociales han comenzado a filtrarse fotografías de varias instrucciones donde el miércoles imperó el terror más allá del sentido por aprender.
“Nos han enviado fotos, videos, muchos mensajes de diversos planteles donde han activado estos programas, nosotros no tenemos ninguna capacitación formal, estamos trabajando en ello, ahora sí que los docentes actúan por instinto y bajo la lógica de salvar vidas”, puntualizó.
MUERE POR BALA PERDIDA
El actuar de los docentes, directivos y estudiantes está justificado al recordar las víctimas mortales de enfrentamientos cercanos a escuelas.
A sus apenas 15 años, Chuy quien cursaba el tercer año en la Escuela Secundaria Técnica número 60 perdió la vida a causa de una bala perdida mientras se encontraba en el patio, disfrutando de un receso.
El hecho ocurrió el 12 de julio del 2018 conmocionó a toda la población de Reynosa, por lo que Aparicio Hernandez insistió en la importancia de aplicar estos protocolos ante cualquier situación de riesgo.