Advierten a migrantes

Deben desalojar las inmediaciones del Puente Internacional Reynosa-Hidalgo y si no se quieren retirar utilizarán la fuerza policiaca para quitarlos

Los migrantes en su mayoría centroamericanos que se encuentran en las inmediaciones del Puente Internacional Reynosa-Hidalgo han recibido la orden de elementos de seguridad federal para que se retiren, ya que de lo contrario, les advirtieron “utilizarán la fuerza”.

Se trata de grupos de más de 100 personas, entre menores, adolescentes y adultos que esperan una respuesta a la solicitud de asilo en Estados Unidos, y que mantienen un campamento en el área desde hace algunas semanas. 

“Nos dijeron que nos fuéramos y que si no, utilizarían la fuerza, hemos intentando hablar con ellos para que comprendan que estamos aquí no por gusto, por necesidad porque no hay cupo en los albergues, no tenemos dinero para pagar un cuarto, aquí al menos estamos un poco seguros, nos cuidamos entre todos”, mencionó Fernando, migrante hondureño.

Ante la orden de retiro, algunos cedieron, pero otros permanecen en el área, utilizando plásticos, cartones, cobijas y lonas para crear un sitio de resguardo.

En la espera de que las autoridades no usen la fuerza. 

“Para las autoridades es muy fácil decirnos váyanse, busquen un lugar, no estén aquí, pero no se ponen a pensar que nosotros necesitamos su apoyo, que si nos vamos corremos peligro, porque no tenemos dinero, ni un lugar, yo por ejemplo tengo 2 niños, estamos huyendo de cuestiones de inseguridad, de amenazas, no queremos arriesgarnos más”, explicó Javier, quien llegó al puente internacional hace 2 semanas proveniente de Honduras. 

El campamento temporal que han creado los migrantes abarca las áreas I y II del puente fronterizo, que conecta a esta frontera con Hidalgo, Texas, su estadía es visible desde las áreas peatonales y de circulación vial.

Para conseguir alimentos o artículos de higiene personal la mayoría de los migrantes depende de labores sociales y brigadas.

Mientras tanto en las casas de asistencia social, se mantienen restringida las atenciones a un 50 por ciento de capacidad, lo que obliga a la comunidad migratoria a buscar hospedaje en casas particulares. 

“Desgraciadamente esto es lo que nos toca enfrentar, mucho odio, discriminación, hay personas malas que piensan que uno soporta esto por gusto, solo puedo decirles que ojalá nunca estén en una situación así“, agregó José Rodríguez, migrante.