Ninguno de los dos principales albergues para migrantes de Reynosa, Senda de Vida, tiene capacidad para recibir a más personas en su búsqueda de cruzar hacía los Estados Unidos.
Al tener un acumulado de tres mil 800 personas en las secciones I y II, los titulares han tenido que limitar espacios a las embarazadas, madres solteras y menores viajando solos.
La situación es evidente desde afuera, con filas y campamentos de quienes esperan se libere cupo.
“Tengo aquí tres meses con mi familia, esperando un lugar para dormir y comer, ahorita estoy aquí en la calle, en un techo de sabana, pero la respuesta es que no hay lugar, mis hijos tienen que dormir ahí afuera”, refirió un migrante haitiano en entrevista para La Tarde
Los campamentos se colocan en las paredes de los inmuebles y de sus alrededores, e incluso se han creado pequeños mercados de comida, bebidas y servicios, que ayudan a algunos a pagar casas de renta.
Las dos secciones de Senda de Vida albergan tan solo una pequeña parte de quienes llegaron a Reynosa buscando asilo en Estados Unidos, ya que las listas de espera se conforman por más de 7 mil personas y todos los días llegan más.
Otros albergues, como el de Nuestra Señora de Guadalupe y Kaleo Internacional están en la misma situación. “No podemos recibir a más migrantes desgraciadamente todos los días llegan nuevas personas preguntándonos a dónde pueden ir a dormir, solo les decimos que esperen, que los lugares se liberan, son muchas familias con hijos pequeños, mujeres embarazadas”, comentó Maria Tello Claro, titular del primer inmueble.
Con donativos económicos que recibe ese refugio, se pagan alrededor de 10 cuartos para que familias migrantes pernocten.
La migración de haitianos hacía la frontera de Tamaulipas comenzó a ser evidente desde finales de septiembre del 2021, en pequeños grupos que se quedaron en Plaza de la República.